Optimizan el bienestar general porque mejoran la digestión, previenen trastornos, como la obesidad, y colaboran con el estado de ánimo. Cómo llevar una alimentación saludable.
Los beneficios de la fibra son múltiples, pero debe ser incorporada a la dieta en su justa medida. Básicamente, absorbe glucosa, controla el colesterol, previene el cáncer de colon, mejora el estreñimiento y genera saciedad.
La fibra es un componente vegetal que influye en las enzimas digestivas humanas. Es considerada preventiva de enfermedades como la diverticulosis colónica, la diabetes mellitus, el sobrepeso, el colesterol alto, los problemas cardiovasculares o el cáncer de colon.
Está presente en el salvado de avena, la cebada, las nueces, las semillas, las lentejas y algunas frutas y verduras, como la manzana, naranja, limón, frambuesas, pera, papas y zanahoria.
Otro punto importante es que como brinda volumen a la dieta; provoca una sensación de saciedad que colabora con el control del peso y además prolonga el proceso de masticación.
De todas formas, su utilización debe ser aconsejada por un profesional debido a que a algunas personas puede provocarle hinchazón abdominal, entre otros padecimientos.