En los primeros tres meses del 2016, se cometieron 45 en el área metropolitana. En 2014, crecieron un 185 por ciento en comparación al año anterior.
Un relevamiento realizado en fiscalías federales porteñas y del Gran Buenos Aires reveló que, en la parte sur del Conurbano, se advierte un importante recrudecimiento de esta modalidad delictiva, con 27 hechos notificados en lo que va de este año.
Los datos surgen de un estudio realizado con la colaboración de los jefes policiales de los departamentos judiciales de Quilmes, Lomas de Zamora, La Plata, San Martín, Morón, La Matanza, San Martín y San Isidro.
Se comprobó que en el "corredor Oeste", conformado por La Matanza, Morón. Ituzaingó y Merlo, hubo 13 casos en los primeros dos meses y medio del 2016. Simultáneamente, en la franja comprendida por San Martín, San Miguel, Hurlingham y Tres de Febrero, se tomaron diez denuncias.
Mientras que 27 de esos hechos acontecieron en la zona Sur, destacándose Almirante Brown, Lomas de Zamora, Ezeiza, Quilmes, Avellaneda y La Plata. En el distrito, habitantes de Adrogué, Burzaco y José Mármol desde hace meses requieren más presencia policial que implemente nuevas medidas para combatir la inseguridad.
Durante el 2014, en el Departamento Judicial de Lomas de Zamora, con competencia en Almirante Brown, se abrieron 40 causas por este tipo de delito. Ese año, se acrecentaron en un 185 por ciento, si se tiene en cuenta las cifras registradas en el 2013.
Modalidad
El procedimiento es similar en la mayoría de los casos. Son secuestros de corta duración y se realizan al azar y con violencia. En el caso de los virtuales, los delincuentes simulan tener en su poder a un integrante de una familia para obtener el pago rápido de un rescate.
Según indican los testimonios de las víctimas, los malvivientes toman cautivos a varios miembros de una familia y liberan a uno de ellos para que vaya a reunir el dinero solicitado. Si los denuncian, agreden físicamente o incluso matan a alguno de los rehenes.
El mayor porcentaje de los hechos iniciaron como asaltos, pero cuando los ladrones comprueban que podrían obtener más efectivo, se convirtieron en secuestros. Por lo general, las organizaciones delictivas no poseen la suficiente logística como para mantener por más de 48 horas secuestrada a una persona.