En la primera instancia del juicio declararon la madre de la víctima, Stella Maris Díaz, Andrés Acuña, Pablo Nimo y Yamila Hernández. Todos cargaron contra el único imputado en la causa. Las audiencias continúan hoy.
Tras seis años del crimen, los familiares de Romina Acuña confían en que finalmente se hará justicia. Este martes inició la instancia judicial que determinará la culpabilidad del único imputado, Silvano Maidana.
La primera audiencia se realizó en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Se le tomó declaración a Stella Maris Díaz, Andrés Acuña, Pablo Nimo y Yamila Hernández. Los cuatro señalaron como responsable de lo ocurrido al acusado.
Maidana, de 33 años, está inculpado del delito de "homicidio calificado, agravado por el uso de armas y tentativa de homicidio”. Debido a que en la disputa, que culminó con la muerte de Romina, también sufrieron heridas su padre y su hermano.
Según expuso Díaz, el conflicto vecinal entre los Acuña y Maidana se inició por una denuncia que su familia realizó algunos meses antes del asesinato.
“Romina no podía ir a comprar, no podíamos salir. Ya era un infierno y no se podía estar así, entonces fui a la fiscalía a denunciarlos. En ese momento, logré conseguir una custodia. El 29 de agosto de 2010, Manuel Maidana le dio un tiro en el ojo a Romina, cuando bajaba del colectivo”, describió Stella.
En octubre de ese mismo año, la joven salió de su casa a comprar cigarrillos y ya no volvió. “Sentimos gritos y cuando salí, vi que Romina se cayó en el portón. Después, lo vi a Silvano con un arma, a mi marido con el pantalón manchado con sangre y a mi hijo herido en la mano”, narró.
El caso
Romina, de 20 años y madre de un niño de 2 años, murió el 10 de octubre de 2010 como resultado de un confuso episodio en el cual recibió un disparo en el cuello mientras estaba en la entrada de su casa, ubicada en Rufino Córdoba al 700, en Ministro Rivadavia.
Maidana vivía en la misma cuadra que la familia Acuña y fue detenido en abril de 2015. Pocos días después de la muerte, denunciaron agresiones y hechos de violencia por parte de familiares del acusado que se mantienen hasta ahora a pesar de que cuentan con custodia policial.