Con el fin de optimizar las prácticas cotidianas, especialistas promueven el aprendizaje de un nuevo método denominado “Programación Neurolingüística”. Vincula el funcionamiento de la mente, las emociones y las conductas.
La técnica de “Programación Neurolingüística” tiene como propósito mejorar las habilidades personales, combinando las experiencias pasadas con la comunicación. Además, permite tratar algunos problemas como depresiones y fobias.
La “Programación Neurolingüística” apunta a propiciar la agudeza sensorial, acrecentando la percepción de lo que ocurre en el aquí y ahora, y definiendo distinciones en la comunicación con uno mismo y con los demás.
Teniendo en cuenta su significado, el término “Programación” refiere a los programas mentales; mientras que “Neuro” remite a los sistemas representacionales y los componentes del pensamiento que se originan a partir de lo visual, auditivo, kinestésico, olfativo y gustativo.
Este flamante procedimiento vincula la forma en que la mente piensa, cómo se comunica y los patrones emocionales. En consecuencia, colaboraría en el tratamiento de los trastornos de aprendizaje, fobias y depresión.
Esta herramienta comunicacional no es nueva, aunque su promoción en diferentes partes del mundo sí lo es. Fue creada en 1970, por Richard Bandler y John Grinder en California, Estados Unidos. La meta era comprobar que un individuo puede ser excelente en una actividad, mientras en otras no lo es.
Según especificaron sus autores: “Así como el psicoanálisis indaga sobre el pasado y su pregunta clave es el por qué, en la PNL se pretende obtener el cómo”. Para eso, se pretende accionar sobre los recuerdos, crear un cambio permanente, organizar el tiempo y eliminar pensamientos obsesivos.