Lo solicitó la fiscalía por “la alevosía del hecho” y “la condición de funcionario policial del imputado”. Esta semana declaró el último testigo por el crimen de Mauro Silva, ocurrido en 2013 frente al bingo de Adrogué. La lectura de los alegatos será el miércoles 6 de mayo, a las 9:30.
Avanza el juicio por el asesinato de Mauro Silva y su familia reclama justicia. En una audiencia realizada ayer, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, declaró el último testigo de la querella. La fiscalía solicitó el agravamiento de la acusación para el ex policía Mario Correa.
El último en aportar su versión de los hechos fue un agente de seguridad que estaba dentro del bingo cuando el suboficial Correa ingresó para esconderse luego de los disparos y la agresión a su mujer.
En su testimonio, confirmó que -al ser advertido por los efectivos del lugar-, Correa salió del bingo y se ubicó en la fila del remis “para intentar pasar desapercibido”.
Por este motivo, la fiscalía solicitó la “ampliación de la calificación por la alevosía y por la condición de funcionario policial de Correa”. Esta solicitud fue en sintonía con lo que venía exponiendo la querella.
La próxima instancia será la lectura de alegatos, que se realizará el miércoles 6 de mayo, a las 9:30. Según adelantaron, la querella solicitará prisión perpetua.
El hecho
El crimen ocurrió la noche del 2 de julio de 2013 en la puerta del bingo de Adrogué. Mauro Silva y su hermano Renzo cenaban enfrente del edificio en el bar “Pancho Bahía”, cuando vieron que en plena vía pública un hombre golpeaba a su mujer, identificada como Liliana Luna.
Intentaron detenerlo, pero éste sacó un arma y disparó casi sin mediar palabra. El autor de los disparos, según señalaron los testigos, es Mario Correa un ex policía de la Bonaerense.
Ambos hermanos recibieron dos disparos cada uno. Renzo resultó herido en una de sus piernas, mientras que Mauro recibió los impactos en el tórax y falleció en el acto.
Tras el crimen, Correa volvió a ingresar al bingo para perderse entre la multitud, aunque luego fue detenido cuando un policía vio que se le cayó la pistola de una bolsa naranja que llevaba en un bolsillo de su campera.