Esta vez fue 2 a 1 en condición de local ante Atlético Lugano. Pozzo abrió el marcador, Szerdi igualó y Almada le otorgó los tres puntos a la visita. El rendimiento del “Tambero” mostró una mejora, pero los malos resultados pusieron en jaque la continuidad del entrenador y su cuerpo técnico.
No levanta. Transcurridas seis fechas del campeonato, Claypole no conoce la victoria en este 2016. En su tercera presentación desde el regreso al Rodolfo Capocasa, perdió 2-1 frente al “Lujanero” que dirige Diego Saucedo y continúa en el fondo de la tabla junto a Deportivo Paraguayo, que juega esta tarde.
El “Tambero” mejoró su producción en comparación a la del último fin de semana, pero no le alcanzó para ganar ni tampoco para convencer a sus hinchas desde el juego. Gastón Galarza modificó casi medio equipo y sigue sin obtener respuestas. Las próximas horas pueden ser cruciales respecto a su permanencia en el cargo.
Muy maltratado por las lluvias que lo azotaron, el campo de juego no colaboró con la intención del DT, de poder jugar asociadamente con la pelota a ras del suelo. Su conjunto no demostró tener un plan b, y cada vez que fue presionado por el contexto o el rival, sufrió.
La apertura del marcador para Lugano llegó a los 8 minutos, de la mano de Jonathan Pozzo. Un tiro de esquina cerrado cayó justo en la cabeza del atacante, quién venció la escasa resistencia de Sergio Meli.
El empate llegó a los 23´ gracias una buena aparición ofensiva de Santiago Szerdi, uno de los jugadores de mejor nivel en la escuadra browniana. En una de sus primeras aproximaciones al arco rival, se volvía a meter en el partido, pero no por mucho tiempo.
La parte final del primer tiempo, sería fatal para el “Blanquinegro”. A los 38´, el combinado vestido de naranja se colocaba nuevamente en ventaja por intermedio de Miguel Almada, tras una desinteligencia en el fondo; y llegando a los 44´, el dueño de casa se quedaría con diez hombres por la expulsión de Gonzalo Vázquez.
En el complemento, con la obligación de dar vuelta la historia y sin nada que perder por la inferioridad numérica, Claypole tuvo más control de la pelota, pero le costó mucho generar situaciones de serio peligro.
Chocó una y otra vez con el mal estado del terreno, limitándose a arrojar centros, que en su mayoría, no fueron bien dirigidos. Lo mejor se vivió con las incursiones ofensivas de Julio Almirón, quién cuando contó con opciones de pase, pudo elaborar algunas acciones interesantes.
De esta forma, estiró a 13 la racha de encuentros sin victorias (se tienen en cuenta los últimos de 2015) y deberá trabajar mucho para superar este presente que lo tiene a mal traer. La próxima jornada, quizás con nuevo técnico, visitará a Argentino de Rosario.