La cocina de verano es emocionante. El sol brilla, los días son largos y todo se siente más ligero. La cocina refleja esta energía, con platos frescos y coloridos que aprovechan las frutas y verduras de temporada. Es un momento para relajarse y disfrutar de comidas al aire libre, ya sea en el patio, en la playa o en un picnic en el parque.
En verano, las parrillas se encienden y el aroma tentador de la carne a la parrilla flota en el aire. Es el momento perfecto para asar hamburguesas jugosas, brochets de pollo marinadas y vegetales mixtos con un toque de aceite de oliva y hierbas frescas. Las ensaladas son protagonistas en la mesa, llenas de ingredientes como lechugas crujientes, tomates maduros, pepinos refrescantes y paltas cremosas. Los aderezos ligeros y cítricos realzan su frescura. En verano, en Argentina, es posible encontrar una variedad de verduras frescas y de temporada. Algunas que suelen estar disponibles durante esta época son: tomates, pimientos (morrones), berenjenas, zapallitos, zucchinis, pepinos, chauchas, espinacas, remolachas, zanahorias, lechugas, radicheta (achicoria), rúcula, repollo y rabanitos.
Los postres en verano son una delicia refrescante. Desde helados caseros con sabores vibrantes como frutilla, limón o menta hasta tartas con frutas frescas de temporada, hay algo para satisfacer todos los antojos dulces. Los batidos y smoothies se convierten en un refrigerio refrescante, mezclando frutas frescas con yogur cremoso o leche de almendras.
La cocina de verano también abraza la comida fresca y simple. Los “asados” son populares, donde se sirven carnes y vegetales a la parrilla junto con pan recién horneado y salsas caseras. Los picnics en el parque son una manera encantadora de disfrutar del clima cálido, con canastas llenas de sándwiches frescos, ensaladas frías y frutas jugosas.
Las bebidas refrescantes son esenciales en la cocina de verano. Limonadas caseras, agua infusionada con frutas y té helado son opciones populares para mantenerse hidratado y fresco. Los cócteles con sabores tropicales como piña, coco y mango añaden un toque festivo a las reuniones al aire libre.
Como en una partida de póker, también muchas veces toca usar la imaginación para crear la mejor combinación posible con las “cartas” (ingredientes) que tenemos disponibles. Convertir en una ensalada las sobras de alguna otra comida, elaborar el relleno de una exquisita tarta con las verduras de estación que tenemos en la heladera… todo vale a la hora de deleitar a nuestros comensales.
Aunque el aroma es una mezcla compleja de muchas moléculas diferentes, hay algunas que sobresalen y nos dan pistas para crear maridajes tan deliciosos como las frutillas con crema o el chocolate con avellanas. Si buscamos ingredientes que compartan estos aromas característicos, podemos crear combinaciones ganadoras.
Tomemos el ejemplo de las frutillas: entre las moléculas aromáticas principales de la frutilla se encuentra la acetoína, que también se encuentra en ingredientes cremosos y lácteos como el queso mascarpone o la crema de leche. Además, las frutillas se complementan perfectamente con la albahaca, ya que comparten el compuesto eugenol, lo que crea una sinergia fantástica entre estos dos ingredientes.
Otra estrategia para crear combinaciones exitosas es optar por contrastes. Al mezclar ingredientes salados con amargos, o elaboraciones ácidas con dulces o cremosas, logramos resultados equilibrados y armoniosos donde se realza el sabor de cada componente.
Tomemos el coco como ejemplo, evocador del verano con su sabor cremoso, fragante y tropical. Si deseamos elevarlo a otro nivel, podemos considerar combinarlo con un ingrediente que contrarreste su cremosidad, transformando nuestra creación de algo agradable a simplemente espectacular.
Durante el verano, los tragos refrescantes y tropicales suelen ser los favoritos para combatir el calor y disfrutar de momentos relajados al aire libre. Aquí hacemos un repaso por los clásicos de siempre, que no pasan de moda, los que elegimos año tras año cuando comienza a subir la temperatura…
Mojito: Originario de Cuba, el mojito es un cóctel refrescante que combina ron blanco, azúcar, menta fresca, jugo de lima y soda. Es una opción ligera y perfecta para calmar la sed en los días calurosos.
Piña colada: Este clásico trago tropical es ideal para sentirte como si estuvieras en la playa. Se prepara con ron blanco, crema de coco, jugo de piña y hielo, todo mezclado y servido en un vaso con una rodaja de piña y una cereza.
Daiquiri: Otro cóctel cubano que se disfruta especialmente en verano es el daiquiri. Se prepara con ron blanco, jugo de limón o lima y azúcar, agitado con hielo.
Margarita: Un clásico mexicano que no puede faltar en el verano es la margarita. Esta bebida se elabora con tequila, licor de naranja (como Cointreau o Triple Sec), jugo de lima fresco y un toque de jarabe de agave, servida en un vaso escarchado con sal.
Caipirinha: Originaria de Brasil, la caipirinha es una bebida a base de cachaça (aguardiente de caña de azúcar), azúcar, lima y hielo. Es una opción refrescante y llena de sabor, perfecta para los días soleados.
Gin tonic: Este clásico cóctel es una opción refrescante y versátil que se disfruta durante todo el año, pero especialmente en el verano. Se prepara con ginebra, agua tónica, hielo y una rodaja de limón o lima, y se puede personalizar con diferentes tipos de ginebra y guarniciones.
Sangría: Esta bebida española es perfecta para compartir con amigos en una tarde de verano. Se prepara mezclando vino tinto con frutas frescas (como naranjas, limones, manzanas) azúcar, jugo de naranja y un toque de brandy, todo servido bien frío.
La cocina de verano es una celebración de la frescura y la simplicidad. Es un momento para disfrutar de comidas al aire libre, saborear frutas y verduras de temporada y refrescarse con bebidas heladas. Es una temporada que invita a relajarse, compartir momentos con amigos y familiares, y crear recuerdos inolvidables alrededor de la mesa.
