Representantes de la ONG encabezada por el concejal Mario Fuentes, hicieron llegar una importante colaboración a "La Casita de la Hora Feliz", que recibe a más de 120 personas por día. Además, se interiorizaron sobre las necesidades de los niños que concurren. En diálogo con De Brown, la titular de la entidad, Claudia Lucero, expresó su agradecimiento y satisfacción por los elementos recibidos.
La solidaridad es uno de los valores más destacables del género humano. Nuestra comunidad da constantemente muestras significativas de interés por el prójimo. El Comedor “La Casita de la Hora Feliz”, a cargo de Claudia Lucero, es un reflejo del amor por el otro, ya que alimenta diariamente a 120 chicos con gran esfuerzo, pero además brinda contención y acompañamiento social.
Por este motivo, los responsables siempre buscan donaciones y solicitan la colaboración de toda la comunidad. En este caso, la ONG Compromiso Ciudadano, a través de su presidente, Mario Fuentes, acercó al lugar útiles escolares y materiales para entretenimiento y dibujo para los niños y adolescentes que asisten a diario a la entidad.
El vicepresidente del Concejo Deliberante concurrió al comedor, ubicado en la calle Luis Simari 1617 de Claypole, junto a integrantes de la ONG, como Mónica Vairo, Hernán Carabetta, Daniel Fagaburu, María Inés Díaz Vázquez y Bárbara Bonafine, entre otros, para llevar las donaciones e interiorizarse sobre la situación general del lugar.
Durante la visita, Lucero -responsable del comedor- presentó al equipo de colaboradores y dio cuenta de todo el trabajo que realizan, no sólo allí sino en distintas instituciones de la zona en las que prestan colaboración.
“Fue muy oportuna la llegada porque nosotros empezamos el ciclo lectivo sin útiles, hay chicos que no han podido comprar, algunos ya estaban sin nada. Trabajamos con 120 chicos y papás muy carenciados. Son familias muy numerosas, por ahí 50 niños son tres o cuatro familias. La verdad es que estos útiles los hemos recibido en tiempo y forma y los hemos entregado en bolsitas a los chicos, están muy contentos los padres. Muy agradecidos con toda la gente que vino”, expresó en diálogo con www.deBrown.com.ar Claudia Lucero.
Por otra parte, pidió ayuda a la comunidad ya que el comedor precisa un horno pizzero y una heladera. Si bien tenían un horno de este tipo, lo había prestado una panadería, que cuando lo precisó nuevamente se los retiró, y heladera nunca tuvieron, la cual es indispensable para poder guardar algunos alimentos.
Más allá de estas dos cosas “grandes”, también se necesita bancos, ropa y calzado de invierno, sobre todo botas para las lluvias, ya que muchos de los chicos que concurren al comedor viven en un asentamiento que se inunda y llena de barro.