Estaba previsto que el tratamiento en Cuba fuera el próximo mes. Sin embargo, sus familiares no pudieron obtener el dinero que necesitan para solventar los gastos y solicitaron una nueva fecha para octubre. Apelan a la colaboración de la comunidad para cumplir el objetivo y mejorar la calidad de vida de la pequeña.
La familia de Maia Marzano, la niña de Longchamps que padece parálisis cerebral y que requiere viajar a Cuba para someterse a un tratamiento de columna, debió reprogramar el viaje que estaba previsto para agosto. El cambio responde a que aún no lograron obtener los recursos para concretarlo.
Pese a que los últimos eventos a beneficio que realizaron tuvieron buenos resultados, todavía falta completar los 250 mil pesos que se demandan para cubrir todos los gastos. Si bien en un primer momento se había barajado la posibilidad de que los pasajes llegaran por parte del Gobierno nacional, por el momento, no hay novedades.
“Nos cambiaron la fecha para los primeros días de octubre porque todavía no pudimos llegar a recaudar el dinero”, señaló a www.deBrown.coma.ar Myriam Córdoba, madre de la pequeña. Por eso, continúa la acción solidaria para llegar a la meta y están evaluando la posibilidad de concretar nuevas actividades para avanzar con la recaudación.
Quienes quieran sumar un granito de arena para colaborar con la niña, deben ponerse en contacto a través de la página de Facebook: “Todos X Maia”. “Ahora, estamos tratando de conseguir donaciones para ver con qué contamos y armar algún evento”, destacó la mujer.
También pueden ayudar económicamente desde la página de Facebook, donde hay un botón que facilita la donación monetaria por Mercado Libre, o bien depositar en la caja de ahorro en pesos N° 5105811 del Banco Provincia radicada en su sucursal 05029, con CBU 01400823- 03502951058110.
Estado de salud
La intervención a la que debe someterse Maia es para aplacar las consecuencias de la escoliosis y luego poder enfrentar la segunda parte del tratamiento con células madre, que inició hace tres años en China. Si bien el padecimiento se hace notar, gracias al trabajo de los profesionales que la asisten, se puede mantener estable.
“Cada vez son un poco más los dolores que ella va teniendo, pero en la escuela los kinesiólogos y los terapeutas la van llevando lo mejor posible, para que sea soportable y tengamos el tiempo suficiente para hacer todo lo que tenemos que hacer. Ella, dentro de todo, está bien, pero la preocupación es esa”, concluyó Myriam.