El aumento de la temperatura genera malestares físicos, que pueden ir desde fuertes dolores de cabeza hasta fiebre o, en casos extremos, pérdida del conocimiento. Desde el hospital Oñativa confirmaron que esta semana creció la cantidad de pacientes afectados por los golpes de calor y la deshidratación. Cómo hacer para prevenirlo.
Con las altas temperaturas también llegan algunos síntomas que, dependiendo de cada organismo, pueden pasar inadvertidos o transformarse en una molestia de verano. Tal es el caso de la deshidratación, el golpe de calor o la insolación, malestares que se evidencian a raíz de las jornadas calurosas y la exposición al sol.
“En esta etapa del año siempre suelen crecen las consultas porque la gente pasa más tiempo bajo los rayos UV”, expresó en diálogo con deBrown.com.ar la doctora María Godoy (M.P 224.266) desde la guardia del hospital Arturo Oñativia.
Pero ¿quiénes están expuestos a las denominadas enfermedades de verano? Todas las edades pueden padecerlas. Sin embargo, según explican los especialistas, los niños menores de 5 años y los ancianos mayores de 65 requieren de un mayor cuidado, ya que en estas franjas etarias el cuerpo tiene una menor capacidad de responder a los cambios de temperatura.
Además de los más pequeños y los adultos mayores, quienes sufren de diabetes, obesidad u alcoholismo también están más predispuestos a estos cuadros, advirtieron desde el mencionado centro de salud.
“Los síntomas pueden ser fiebre, cefalea, nauseas, diarrea, sensación de fatiga, calambres musculares, somnolencia y la respiración alterada, entre otros. En casa persona se manifiesta de distintas formas”, advirtió Godoy.
Y agregó: “Lo importante es mantenerse en un lugar fresco, no realizar actividad física en horario pico, cuidarse la piel de sol y tomar abundante agua”.
Según las recomendaciones difundidas tanto por el Ministerio de Salud Bonaerense como por la cartera de Salud nacional, si una persona siente mareos o se desvanece, se debe acostarla en un lugar fresco, bajo techo. Se le puede ofrecer una bebida rehidratante, que no sea dulce ni caliente, y se le puede colocar agua fría en las muñecas para aliviarla.
En caso de que los síntomas persistan o estén acompañados por fuerte dolor de cabeza, nauseas o vómitos, sensación de fatiga y/o sed intensa, deberá realizarse de urgencia una consulta médica en cualquier salita de primeros auxilios u hospitales de la zona.
Cómo evitar el golpe de calor y la deshidratación:
• Tomar mucha agua durante todo el día.
• Evitar las comidas abundantes. Consumir alimentos frescos, como frutas y verduras.
• Evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes.
• Usar ropa suelta, de materiales livianos y de colores claros.
• No realizar actividad física en ambientes calurosos. Tomar líquido antes, durante y después de practicar cualquier actividad al aire libre.
• Protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla.
• Usar cremas de protección solar (SPF en inglés), factor 15 o más.
• Evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.
A los lactantes y niños pequeños:
• Darles el pecho a los lactantes con más frecuencia.
• Hacerlos beber agua fresca y segura.
• Trasladarlos a lugares frescos y ventilados.
• Ducharlos o mojarles todo el cuerpo con agua fresca.
