Oscar "El Buey" Sosa quedó detenido, por ser sindicado como el responsable de lo ocurrido a la joven de 22 años, el 19 de julio en Glew. Se lo ve en las grabaciones de las cámaras de la zona, caminando detrás de la estudiante de psicología. Días antes le había dado el pésame a la familia.
El hombre tiene 34 años y conocía a la víctima. Está demorado desde el 17 de agosto, acusado de haber asesinado de una puñalada en la cabeza a Melisa, en el cruce de las calles Ascasubi y Gutiérrez. La principal hipótesis es que intentó abusar de ella.
“Me comentaron que me buscan por el crimen de Melisa Tuffner. Vengo a dar explicaciones. Voy a hablar cuando Dios me lo permita”, declaró ante el asombro de los policías de la comisaría de Glew que investigan el caso y que llevaban semanas buscándolo.
El entorno de Melisa no sale del asombro. Lo conocían, en diferentes oportunidades lo habían ayudado. Luego del crimen, participó de la primera marcha que realizaron para pedir que se esclarezca el caso e incluso se presentó en su casa y se lamentó por lo ocurrido ante su padre, Marcelo Tuffner.
“El Buey” quedó registrado en la filmación de una cámara ubicada en una peluquería, situada cerca del lugar donde la joven fue hallada brutalmente golpeada. Características particulares de Sosa indicaron que se trataba de él: una pequeña renguera en una pierna, y una incapacidad en una de sus manos.
La fiscal de la causa, Mabel Lois inmediatamente requirió su detención y ordenó allanamientos. Ya tiene antecedentes por violencia e intento de violación. Por eso, creen que intentó abusar de la joven y ante su resistencia, terminó con su vida.
A pesar de que aparecieron algunos posibles datos de lo ocurrido aquel fatídico día, siguen pidiendo testigos. Quienes puedan colaborar, pueden dirigirse a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 12 de Lomas de Zamora o comunicarse con la dependencia policial al 222-442-2283 o al 0222-442-0685. La identidad de quienes aporten información permanecerá en el anonimato.
El caso
El trágico episodio ocurrió el 19 de julio cuando la chica se dirigía a ver un espectáculo de acrobacia al centro cultural “Gringo viejo”, del cual era alumna. Después, tenía planeado ir a ver el partido entre Temperley e Independiente, y allí encontrarse con su familia. Sin embargo, no llegó a su primer destino.
Alrededor de las 19, un grupo de vecinos de la zona la encontró tirada en el cruce de Ascasubi y Gutiérrez, a seis cuadras del lugar al que ella iba. La asistieron y llamaron a la Policía y a la ambulancia que, según relataron, “tardó aproximadamente 25 minutos en llegar”.
Melisa falleció en el hospital Sirio Libanés de Capital Federal, adonde llegó con muerte cerebral derivada desde la Unidad de Pronta tención (UPA) de Longchamps. Según los datos surgidos de la autopsia, los golpes y lesiones que tenía en la cabeza fueron hechos con un arma blanca.
Rápidamente la hipótesis del robo quedó descartada debido a que la joven fue hallada con 250 pesos y varias de sus pertenencias. La causa está caratulada como “homicidio”.