La tiraron de la moto para robarle. Dijeron que había sufrido un infarto por el susto, pero las pericias revelaron que falleció a causa de las graves heridas. María Fernández Álvarez tenía 36 años.
El resultado de la autopsia realizada en el cuerpo de la víctima reveló que los graves traumatismos que sufrió al caer le provocaron una hemorragia, que fue finalmente el motivo del deceso.
Según el informe, tenía “una fractura de cráneo y dos costillas rotas que le lesionaron el hígado y una arteria”. “Dijeron que había sido un infarto, pero a mi mujer la asesinaron. Se murió porque la tiraron de la moto y se lastimó, estoy lleno de bronca”, expresó Sergio, marido de la fallecida.
Se había informado de una descompensación tras el ataque, pero María Álvarez murió por las heridas. Su familia pide que los detenidos, dos adolescentes de 16 años, paguen por lo que hicieron.
La investigación por el crimen estaba en manos de la Fiscalía N°5 de Lomas de Zamora. Pero cuando los sospechosos fueron identificados, fue derivada al fuero penal juvenil por tratarse de menores.
Ambos sospechoso fueron institucionalizados mientras avanza la causa. Los resultados de las pericias agravan su situación procesal.
María Fernanda Álvarez (36) regresaba de su trabajo en Monte Chingolo, Lanús, hasta su casa de San Francisco Solano, en Almirante Brown. Iba en su moto, una Corven roja de 150cc que había comprado hacía cinco meses.
En el cruce de Charcas Norte y Presidente Perón fue interceptada por dos personas que se movían en una Honda Roja.
Según pudieron confirmar los testigos, la arrinconaron y el copiloto de la segunda moto la pateó para desestabilizarla. Terminó cayendo al costado del camino, dentro de una zanja.
Los ladrones se llevaron la moto y escaparon. Fernanda quedó herida en el suelo y otros conductores que pasaron la asistieron.
Cuando llegó la ambulancia para trasladarla al Hospital Oñativia, en Rafael Calzada; se descompensó y murió al llegar al centro de salud.
Tienen 16 años. Fueron capturados por personal de la Comisaría 10° de Almirante Brown. Ambos tienen domicilio en el barrio 2 de Abril, de San José. Estaban armados y se tirotearon con la policía para evitar la detención.
En sus casas hallaron tres motos desarmadas, con las numeraciones borradas y chapas patentes para esconderlas.