El Capitán fluvial, dirigente sindical y vecino de Brown, Julio González Insfrán explica la importancia de la Hidrovía Paraguay-Paraná para el despegue del país.
A fines de agosto, el Gobierno nacional junto con las siete provincias que ocupan la cuenca del río Paraná, decidieron conformar la empresa Hidrovías Sociedad del Estado, con el fin de administrar y concesionar la infraestructura de transporte fluvial argentino.
Para el capitán Julio González Insfrán –secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo de la República Argentina, y vicepresidente a nivel mundial de la sección de Navegación Interior de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF)– esta es una gran noticia. Sostuvo que hay que seguir de cerca esta decisión.“Tal vez no haya otras oportunidades como ésta para desarrollar las economías regionales con un sentido federal”, indicó.
"La falta de una política estatal para el sector durante décadas hizo que el país haya perdido su flota mercante", explicó González Insfrán, quien además es vecino y fue concejal de Almirante Brown. Señaló que, por esta razón, 3400 millones de dólares se van anualmente del país a manos de las grandes multinacionales que "se han hecho con el colosal negocio de la logística de las exportaciones argentinas".
La empresa Hidrovías Sociedad del Estado cuenta con un 50% de participación nacional y otro 50% compartido entre las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes y Entre Ríos. Se ocupará, entre otros aspectos, del dragado y la infraestructura portuaria. Sin embargo, aclaró que "es imprescindible que además la Argentina cuente con una flota mercante propia”.
Lo interesante de esta decisión gubernamental, señala el dirigente, es que responde a una histórica demanda planteada por un amplio movimiento de fuerzas, que incluye a trabajadores, empresarios y técnicos, porque hace a un área estratégica de la economía.
“Nuestro país se debe hacer cargo de explotar ese formidable recurso que son nuestros ríos”, aseguró González Insfrán. Y agregó que el transporte fluvial abarata cinco veces los costos respecto del transporte en camión, generando un factor de competitividad allí donde hoy, por no tener flota fluvial, sólo existen desventajas y pérdidas.
Esto permite mantener en funcionamiento a la industria naval, un sector estratégico de la economía que en la Argentina tiene una gran capacidad ociosa, cuando podría generar más de 20 mil puestos de trabajo genuinos.
González Insfrán fue uno de los principales impulsores de la Ley 27.419. Fue sancionada por el Congreso Nacional, con apoyo de todas las fuerzas políticas en 2018 para establecer un nuevo régimen legal y fiscal, que ponga en funcionamiento a la marina mercante y la industria naval.
Esta ley, no obstante, fue vetada en sus principales puntos por el anterior gobierno, de modo que persisten las asimetrías tributarias que hacen que los buques de bandera argentina deban pagar mucho más que los de bandera extranjera, y no pueda desarrollarse una flota de bandera pública ni privada en nuestro país.
“Confiamos en que estas decisiones del gobierno actual sean el inicio de una política de Estado, que incluya la reglamentación de la ley sancionada por el Congreso y el restablecimiento de los artículos que resuelvan las asimetrías fiscales”, puntualizó el secretario general del Centro de Patrones.
“Hay capitales dispuestos a invertir en el desarrollo del sector y miles de argentinos que buscan su oportunidad de trabajar y de crecer, pero faltaba una decisión política, y esta vez esperamos que se haga realidad”, concluyó.
