Una de las infusiones más populares podría ayudar a las personas a reducir sus niveles de colesterol, a bajar de peso, a protegerse de fracturas óseas y a optimizar su digestión. De todas formas, especialistas advierten que su consumo no debe exceder las seis tazas diarias.
A pesar de que el té remite a las milenarias culturas orientales, en nuestro país cada vez suma más adeptos. A su amplia variedad de gusto, ahora se le suman sus poderes curativos.
Una investigación elaborada por la Universidad de Yunnan, en China, reveló que tomando de tres a cuatro tazas de té de hierbas las personas que evaluaron que presentaban sobrepeso lograron adelgazar, a diferencia de las otras que no ingerían esta bebida.
A su vez, quienes registraban en sus análisis clínicos niveles de colesterol altos, al incorporar el té a sus dietas pudieron mejorar sus valores. La clave parece estar en la sustancia estimulante presente en él, la teína.
A pesar, de que son más los aspectos positivos que los negativos, hay que recordar que, al igual que ocurre con el café, los taninos pueden perjudicar la absorción del hierro en la dieta. Por eso, se desaconseja su uso en personas con anemia.
A pesar de que sus cualidades son variables, las más importantes para destacar son las siguientes:
En líneas generales, el té se constituye como un gran diurético y uno de los mejores antioxidantes por lo que colabora en la prevención del envejecimiento, mejora las defensas y como no aporta calorías se puede recurrir a él para combatir la ansiedad de comer.