Lo reconoció David Ledesma, jugador de San Martín de Burzaco, en dialogo con De Brown. El delantero, que abrió la cuenta en el clásico ante Claypole, se mostró entusiasmado por el grito. “Uno vive del gol y lo necesita siempre”, señaló.
El “Azul” goleó al “Tambero” a domicilio y se quedó con la “Copa Almirante Brown por la inclusión social”. En el último duelo, hubo puntos altos en el conjunto de Galeano, como Barabas, Brianese y Ledesma, quienes completaron un partido perfecto.
“Estoy muy contento porque ganamos y por volver al gol después de un semestre muy complicado”, declaró David “Chiqui” Ledesma en comunicación con www.deBrown.com.ar.
“Fue una movida que jugó a mi favor, porque los defensores en la desesperación por sacar la pelota, se terminaron chocando entre ellos”, recordó. Y agregó: “la pelota pegó en el travesaño y me quedó sólo empujarla”.
Para el delantero, haber logrado el “grito sagrado” a los 9’, ayudó al “Azul” a manejar con tranquilidad los tiempos del partido frente a Claypole. “La presión fue de ellos que estaban con su gente”, señaló.
“De local no merecimos perder. Manejamos la pelota prácticamente todo el partido, tuvimos situaciones y sin embargo ellos tuvieron una a sola y con eso nos ganaron”, enfatizó Ledesma con respecto a la derrota que cosecharon en el primer encuentro por la Copa Almirante Brown, que se disputó en el Francisco Boga.
“Son amistosos que dejan de serlos porque son clásicos de barrio, donde la gente quiere ganar y nosotros agarrar confianza para lo que viene”, explicó el goleador.
“Venimos de un semestre muy complicado. Debíamos darle una alegría a nuestra gente porque se lo merecían”, cerró.