Empató 1 a 1 con Puerto Nuevo y lleva cinco partidos sin cantar victoria. Jugando decididamente mal, el team browniano no puede recuperar el nivel inicial y se aleja de los primeros puestos. La próxima fecha recibirá a Central Ballester en Campana.
Claypole no pudo con el humilde Puerto Nuevo y dejó escapar una nueva chance de acercarse a los puestos de vanguardia. En un encuentro enmarcado en la décima fecha del Torneo de Primera D, el conjunto dirigido por Diego Piñeiro sigue en deuda desde lo futbolístico y empato 1 a 1 con su par de Campana.
El pésimo estado del campo de juego fue la complicación principal que tuvieron los dos conjuntos a la hora de tratar de jugar por abajo. Obligados a jugar por arriba, el partido se desvirtuó y careció de jugadas elaboradas, quedando todo resumido a centros enviados a las áreas desde cualquier sector del campo.
En este tramo fue el local el que sacó mayor rédito, ya que con jugadores de envergadura puso en aprietos en más de una ocasión el arco custodiado por Sergio Meli. El elenco sureño no encontraba la pelota y sus delanteros quedaban demasiados aislados del resto de sus compañeros.
La falta de volumen de juego y la irregularidad en su rendimiento es una de las falencias marcadas por el conjunto browniano en estas últimas fechas. Sin claridad en la zona media, Claypole perdió efectividad y potencia en su ataque, convirtiéndose en un equipo inofensivo.
En el complemento el local encontró la ventaja en los primeros minutos. A la salida de un córner, los defensores “Tamberos” dejaron corta una bocha que fue bien capitalizada por Diego Romero para adelantar al “Portuario” en el resultado.
A partir de allí, la visita adelantó sus líneas y, obligado por las circunstancias, se volcó con todo en búsqueda de la igualdad. A los 75 minutos Nahuel Gómez se llenó la boca de gol para dejar las cosas como al principio y le puso cifras definitivas al partido. Si bien Claypole no había jugado bien, el local tampoco había hecho demasiado para llevarse la victoria.
En los últimos minutos Ignacio Gargiulo tuvo la oportunidad de adelantar al “Blanquinegro”, pero no pudo bajar una pelota en el área y la bocha terminó por arriba del travesaño. No hubo tiempo para mucho más y, por lo hecho por ambos equipos, el empate estuvo bien.
Tiempos de transición son los que atraviesa el conjunto de Piñeiro. Sin encontrar una identidad en su patrón de juego, se debate entre la contrariedad de sus aspiraciones y sus rendimientos en cancha.
Será necesario barajar y dar de nuevo para fijar nuevos objetivos y conseguir, en el corto plazo, una victoria que lo ayude a salir del pozo en que está sumergido hace algunos partidos y no pude salir.
La próxima fecha recibirá a Central Ballester en lo que puede ser el inicio de su recuperación. Por lo pronto, el “Tambo” deberá seguir trabajando para recuperar el nivel de las fechas iníciales que lo llevó a ser uno de los candidatos a pelear por el ascenso.
