Fue para conmemorar un nuevo aniversario del primer izamiento de la insignia nacional. Los detalles.
Un emotivo acto se llevó adelante el jueves en el primer Monumento a la Bandera en pie del país, el cual se localiza en Burzaco. Fue en el marco del 213° aniversario del primer izamiento de nuestro querido emblema.
Se realizó en la plaza General Manuel Belgrano, ubicada en la calle Eugenio de Burzaco Nº 250. Durante el encuentro, se enarboló la insignia nacional, mientras se entonaban las estrofas del himno argentino.
La jornada contó con la presencia del Presidente del Instituto Belgraniano de Almirante Brown, Hugo Iraizos, y el director del Instituto de Estudios Históricos y Patrimonio Cultural, Emilio Klubus.
“Desde el primer Monumento a la Bandera de la Argentina en Pie, emplazado en la Plaza Belgrano de Burzaco, declarado Monumento Histórico Nacional y orgullo de Almirante Brown, realizamos una emotiva conmemoración por los 213 del primer izamiento de nuestro querido emblema nacional”, remarcó el intendente Mariano Cascallares.
De la actividad, participaron también el presidente del Honorable Concejo Deliberante de Almirante Brown, Nicolás Jawtuschenko; y el secretario de Gobierno, Juan José Fabiani, entre otras autoridades.
En plena época de las guerras de la Independencia, Manuel Belgrano fue designado para vigilar las costas del Paraná a fin de evitar invasiones realistas. Para cumplir con esta misión, se crearon dos unidades de defensa: una, en las barrancas de Rosario, muy cercana a la Iglesia -hoy Catedral- a la que denominó “Libertad”; y la otra, cruzando el río, en la isla del Espinillo a la que llamó “Independencia”.
En este escenario, el prócer se encontraba preocupado por no tener emblemas que diferenciaran las tropas realistas de los revolucionarios. Así, en febrero de 1812, propuso hacer una bandera azul y blanca que distinga al ejército y a la Nación.
Días después, el 27 de febrero de 1812- siendo las 18:30 hs-, el entonces Coronel Belgrano izó por primera vez la insignia nacional. La confección de la misma estuvo en manos de un grupo de damas liderado por Catalina Echevarría de Vidal y luego fue bendecida por el cura párroco Julián Navarro.
