El DT de Brown de Adrogué, Pablo Vico, dialogó con De Brown tras el ascenso conseguido. Destacó la sencillez y la predisposición de sus jugadores. Además, se lo dedicó a “toda la gente que ya no está”, pero que formó parte del club de sus amores.
Adrogué sigue de fiesta tras el ascenso obtenido el sábado en el estadio de Almagro. La localidad albergará por primera vez a un equipo en la B Nacional del fútbol argentino. Un orgullo y una responsabilidad importante para los brownianos que lograron este paso.
Es que la revolución continúa no sólo por el buen fútbol que supo desplegar el equipo durante el torneo, sino también por lo que uno remarca este logro deportivo: la humildad y el trabajo de un conjunto que jamás bajó lo brazos. Su historia, sus protagonistas y la emoción del ascenso, son noticia en la calle.
Si se habla de historias emotivas y que llenan de orgullo, hay que mencionar a Pablo Vicó, el entrenador del equipo. “Don Ramón”, como lo apodan en el club por su bigote y parecido al personaje del conocido “Chavo del 8”, jugó en la institución y actualmente vive en el club desde hace 14 años.
Una realidad no vista en ninguno de los clubes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Acostumbrados a otra clase de vivencias, la de Vicó es diferente pero a la vez su “lugar en el mundo”, como lo cuenta él.
En Cerreti y Maria Antonieta 1846 está situado el club Brown de Adrogue, como así también, el domicilio de Pablo Vicó. Allá por 1999, cuando se reformó la concentración del club, Adrian Vairo (actual Presidente) que por ese entonces estaba en la Comisión y su padre era el máximo mandamás, decidieron que el Bigotón sea el sereno del club, ya que buscaban una persona de confianza para dicho puesto. Allí comenzó todo.
“Es mi casa, es mi vida, yo jamás me imaginaría lejos de este club”, había dicho tiempo atrás el DT. Vaya si será así, que desde hace 4 años, luego de pasar por el baby futbol y las divisiones inferiores, se quedó con la dirección técnica del plantel de primera para llegar hasta a la máxima hazaña del club en sus 68 años de vida.
“Este ascenso va también para toda la gente que hoy no está, va para todos ellos”, recordó Vicó en referencia a la foto publicada de cuando era masajeado por Josesito Grasso, ex empleado del club.
Con respecto a las causas y consecuencias por las cuales llegaron al éxito, el entrenador señaló en diálogo con www.deBrown.com.ar: “Uno jamás renunció a sus principios y siempre buscó lo mejor para lograrlo”.
“Estoy muy contento. Felicito a los muchachos por la entrega que tuvieron, la predisposición. Este grupo se lo merece, son muy humildes y trabajaron mucho para este ascenso, ya no se que más decirles”, concluyó Vico muy conmovido en el trayecto de la combi que lo llevó desde Villa Raffo a Adrogué para celebrar.