Una pelea en la interna de la barra del “Tambero”, cuando se jugaban 28 minutos del primer tiempo, derivaron en la suspensión del encuentro que empataba sin goles ante Deportivo Riestra. El combate dejó un saldo de seis detenidos y dos heridos, según informaron fuentes policiales.
La violencia en el fútbol volvió a ser protagonista de un espectáculo de fútbol. Los inadaptados de siempre, aquellos que dicen querer a su club, volvieron a empañar el buen trabajo de los que quieren crecer. Así como pasó en muchísimos clubes, del ascenso o de la Primera División, hoy le tocó al Club Atlético Claypole, equipo que representa al distrito de Almirante Brown en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Antes se decía que eran los visitantes, ahora se pelean entre los mismos hinchas. Es la historia conocida por todos. La que nunca acabó y será difícil terminar. La que todos los días vemos, leemos y escuchamos pero que hasta el momento parece no tener fin.
Ayer a las 15.30, en un día y horario, que uno imaginaba que el partido entre Claypole y Deportivo Riestra, que cerraba la cuarta fecha del torneo de la Primera “D”, podía llevarse de manera normal ocurrió lo impensado. Más de mil hinchas se acercaron a ver al equipo de Hector Baillie frente a uno de los candidatos al título. Pese a ser un día laborable el fanático del elenco del sur concurrió al Rodolfo Capocasa masimavente, entre los cuales, había muchos niños, mayores y bebes, en una clara demostración que la familia podía volver a las canchas a disfrutar de un partido de fútbol.
Una vez comenzado el cotejo, todo parecía normal hasta que se desató la locura. A los 28 minutos, el árbitro Hernan Della Casa decidió parar el partido por los hechos que suscitaban en las gradas. Allí fue cuando según pudo averiguar deBrown.com.ar la “barra oficial” (Don Orione) del club fue atacada por la otra “facción” que quiso copar la tribuna. El combate se desató en la popular local y se trasladó hasta la platea donde se encontraba la familia (hijos, ancianos, etc), que entre el llanto y el grito no podían detener a los hinchas que con armas blancas (facas, varillas con puntas) no dejaban de enfrentarse, informaron los testigos del lugar.
El enfrentamiento fatídico duró aproximadamente 15 minutos, en los cuales, los propios jugadores de Claypole tuvieron que ayudar a los niños a saltar un alambrado mientras que los más grandes intentaban refugiarse en algún lugar, con tal de salir del episodio. Cabe recordar, que muchos de los parientes de los futbolistas se encontraban en la platea, lo que derivó en la suspensión instantánea del cotejo. Entre la desesperación, corridas y tumulto de gente, los violentos terminaron con la pelea pero dejaron un enorme daño psicológico en cada uno de los presentes.
Según informaron fuentes policiales hubo seis detenidos y dos heridos (uno de ellos, con traumatismo en la cabeza, figura entre los detenidos). El restante herido, con un corte a la altura de los ojos, fue trasladado al hospital de Rafael Calzada. Ambos están fuera de peligro. A su vez, se secuestró un bolso con una punta de hierro en su interior, que de acuerdo a lo expresado por las fuentes policiales, fue arrojado a la tribuna desde el exterior de la cancha una vez comenzado el encuentro.
“Lo primero que atiné fue a subir los escalones de la tribuna para ver que pasaba y después no tenías donde protegerte. Uno tiraba puntazos con fierro y otros pasaban a la cancha del miedo” relató Cristian, uno de los hinchas que se encontraba en el lugar de los hechos.
"Los que armaron lío se venían a refugiar a la platea y la gente los echaba” agregó dolido por lo ocurrido y que además, temía por lo que podía ocurrir en las adyacencias del estadio. Asimismo, entre los mismos fanáticos se escuchó que la interna no terminaría ahí y podría haber represalias o un nuevo cruce entre ambos sectores.
De esta manera, el fútbol quedó a un costado y lo que sucedió en la media hora de juego tiene poco análisis, de acuerdo a lo que pasó en las tribunas. Por el momento, Claypole deberá esperar una sanción que llegará no solo económicamente sino institucionalmente y que dejará a sus hinchas sin poder asistir a un partido por varias fechas.
