Dos delegadas del centro de estudiantes de la Escuela Media N°3 recibieron pintadas en sus casas con la leyenda “CENS=BAO” y sus respectivos cargos. Ambas luchan por evitar el cierre de este tipo de instituciones. “No nos van a amedrentar”, señaló una de ellas a De Brown.
A más de un mes de haber comenzado las clases, continúa el conflicto por el cierre de los Bachilleratos de Adultos (BAO). En Glew, dos delegadas del centro de estudiantes de la Escuela de Educación Media N°3 de dicha localidad denunciaron haber sido amenazadas por intentar evitar la desaparición de estas instituciones.
En febrero de este año, el colegio pasó de ser un BAO a un Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS). “Llevamos adelante una pelea para que no cambie la modalidad porque sinceramente no queríamos que se precariza la educación y deje muchísimos profesores sin trabajo y sin escuela”, explicó en diálogo con www.deBrown.com.ar Tamara, una de las delegadas que reclamó por las pintadas en su casa.
A raíz de esto, las viviendas de las dos representantes amanecieron grafiteadas. El hecho se produjo el domingo pasado. “Me levanto y me encuentro con que en mi casa, del portón para adentro, veo una pintada que dice: ‘CENS igual a BAO’ y ‘subdelegada’”, contó.
Asimismo, esta leyenda se vio replicada en las viviendas del vecino de Tamara y de Sofía, la otra delegada. Un mensaje claro para detener su lucha, ya que ambas son las que llevan adelante el proyecto y por lo tanto son las caras visibles.
Como consecuencia, decidieron realizar la denuncia pertinente en la Comisaría N°7 de Almirante Brown. “Lo tomamos un poco con miedo, un poco con bronca. No se entiende porque siempre fuimos con respeto. No nos van a amedrentar. Es el fin último de esta agresión y no lo van a conseguir”, expresó.
En diciembre del año pasado, a través de la resolución 1657/17, el gobierno ordenó el cierre de los BAO. La norma indica que "a partir del 1° de enero del año 2018, los alumnos de 18 años o más, que requieran iniciar o finalizar sus estudios, primarios y/o secundarios, deberán concretarlos bajo las diferentes ofertas educativas".
De esta manera, muchas de estas instituciones en el distrito cerraron, mientras que otras se transformaron en CENS. Esto no sólo significa un cambio de nombre, sino una trasformación en la modalidad de enseñanza. Según explicó Tamara, la cursada se vuelve semi- presencial. Los alumnos están obligados a cursar sólo tres por semana, mientras que los otros dos días se brindan tutorías opcionales.
Producto de ello, muchos profesores terminan perdiendo horas de trabajo. Esto no sólo repercute en su salario, sino en la calidad de enseñanza. “Al tener menos carga horaria, tenés menos espacio para tratar desde el docente hacia el alumno la materia. O sea que se precariza la educación en un 50 por ciento”, advirtió a este medio.
A su vez, los Bachilleratos que no sufrieron modificaciones comenzaron el año a “ciclo cerrado”. Esto significa que no permitieron que se abra el curso de primer año y que la institución cerrará sus puertas cuando ya los estudiantes de segundo año se egresen del lugar.