La historia parece repetirse 13 años después. En esa oportunidad, estaba alojada en el despacho del director. La Policía la había identificado como FM K2 de fabricación nacional.
En mayo de 2004, se encontró una granada de guerra en la oficina de quien era el director del Nacional en ese momento, Mario Raúl Pastrana.
Identificada por la Policía como FM K2 de fabricación nacional, carecía de detonador y de resorte expulsor. Había sido colocada debajo del asiento de Pastrana, en una clara intención de intimidarlo.
Según fuentes policiales, el profesor estaba en su despacho dialogando con otros docentes cuando encontró debajo de su sillón el artefacto.
En ese entonces, el fiscal de Lomas de Zamora, Oscar Acevedo, abrió una causa por averiguación de ilícito.