El boxeador browniano volvió a imponerse antes del límite y se perfila como una de las promesas del boxeo. El pupilo de Alberto Zacarías aún no conoce la derrota desde que dejó los cabezales de protección y se inició en el campo rentado.
En una velada organizada en la Federación Argentina de Box (FAB), Jeremías Ponce derrotó por nocaut en el tercer asalto al debutante Lucas Ezequiel Giménez. Enmarcado en la categoría de los Superligeros (63,500 kg), el oriundo de José Mármol impuso la potencia de sus puños y demostró que está llamado para cosas grandes.
“Esta pelea significaba un gran desafío porque no conocía a mi adversario y lo único que sabía es que era mucho mejor que los anteriores. Por suerte salió todo como lo había planificado mi rincón y pudimos volver a celebrar”, aseguró el ganador en dialogo con www.deBrown.com.ar.
Desde su última presentación contra Adelio Zamudio sólo habían pasado quince días y era una incógnita el estado en que llegaría para esta contienda. Sin embargo, las dudas se disiparon rápidamente porque el representante de la escuela “Santos Zacarías” subió al cuadrilátero de manera impecable.
Desde el campanazo inicial el púgil local trató de mantener la distancia a través de su jab de izquierda. Giménez mostró buena cintura para esquivar los envíos e intentó contragolpear con voleos y ganchos a la zona baja.
Promediando el round inicial, el browniano logró filtrar una buena combinación que hizo retroceder al hombre de Laferrere, llevándolo contra las cuerdas. Con una amplia variedad de golpes, Ponce obligó al árbitro a que realice la cuenta de protección.
En el segundo episodio, Giménez no acusó secuelas de los primeros tres minutos y salió decidido a equilibrar el combate. Tras un cruce en donde su directo de derecha llegó a destino, hizo tambalear la humanidad del invicto que debió amarrar para no irse a la lona.
Consciente de la potencia de su oponente, Jeremías volvió a imponer su mejor escuela, recuperando el centro del ring y buscando el espacio para conectar manos decisivas. Con buenos ganchos a la zona blanda y directos a la cabeza, logró marcar diferencias para adjudicarse un nuevo asalto.
En el tercero llegó la definición porque fue dominado completamente por el púgil de Zacarías. Luego de un cross de izquierda, el debutante se recostó contra las sogas y fue víctima de varias combinaciones que lo hicieron besar la lona. El referí contó hasta diez y ya no hubo reacción.
Triunfo consagratorio para la joven promesa de Mármol que, lentamente, está captando la atención de todo el ambiente del box. Sumó su tercer nocaut en igual cantidad de contiendas y se encamina a ser uno de los futuros animadores de la categoría.
“Me siento muy bien porque las cosas se van dando como las planeamos, pero soy muy joven aún hay mucho camino que recorrer y soy consciente que tengo que mejorar en muchos aspectos”, concluyó.