El oriundo de Glew pasó por el quirófano cuando tenía solo cinco años. Hoy es arquero de un club de barrio. "Siempre amó jugar a la pelota", reveló su madre a De Brown.
Tener una pelota entre sus pies era el sueño de Ian desde que llegó al mundo. Sin embargo, el hecho de haber nacido con fémur corto congénito le impedía hacerlo correctamente. Su familia hizo lo imposible para juntar el dinero y operarlo. A casi cuatro años de haber pasado por el quirófano, el pequeño ya debutó como arquero.
Su caso se hizo viral en las redes sociales ya que hicieron todo tipo de iniciativas para comprar la prótesis que estaba en dólares. Es que el vecino de Glew tenía entre una pierna y la otra una diferencia de siete centímetros. Por ello debieron colocarle un tutor externo en el hueso para que la extremidad creciera.
Se encuentra sin ninguna complicación y hasta comenzó a jugar al fútbol en Parque Americano de Guernica. "Desde que empezó a caminar siempre amó jugar a la pelota. Hasta llegó a hacerlo en casa con el tutor puesto y desde que terminó el proceso quiso arrancar en un club", explicó Soledad, su mamá, en diálogo con www.deBrown.com.ar.
Con el tratamiento finalizado y con las ganas de Ian de pertenecer a un equipo, la familia consultó con los médicos. Tras tener que esperar un tiempo para que la recuperación sea completa, les confirmaron que estaba apto para realizar la actividad sin ningún inconveniente.
"Me dijeron que puede hacer vida normal, igualmente mis miedos siempre están. Si fuera por mí me gustaría que haga natación, pero su pasión es el fútbol. Ya tuvo sus primeros partidos competitivos y ver su cara de felicidad no tiene precio", reconoció a este medio.