Se trata de Raúl Maidana, quien prestó servicio durante 27 años. "Los pasajeros me decían que no podía dejarlos. Me emociona, porque los considero parte de la familia", contó a De Brown. Conocé su historia.
Raúl Maidana se jubiló luego de trabajar durante 27 años como conductor de la línea 506. El 31 de mayo finalizó su labor en las unidades que recorren Almirante Brown y, con motivo de su última vuelta, su familia y compañeros lo sorprendieron con banderas y espuma.
Pese a que comenzó a conducir este tipo de medio de transporte a los 24 años, su relación con los colectivos nació mucho antes. “Mi papá era chófer y me crié ahí arriba. De hecho, aprendí a manejar en uno a los 8 años”, afirmó a www.deBrown.com.ar.
Raúl empezó a trabajar en la línea 257 en 1992, aunque meses después pasó a la 278. Allí se mantuvo hasta finales de 1995 para arrancar su historia en la 506, donde realizó por 27 años el mismo recorrido por las calles de Almirante Brown.
“Es mucho tiempo. Conozco desde abuelos a bisnietos. Cuando presenté los papeles para jubilarme, los pasajeros me decían que no podía dejarlos. Me emociona porque los considero parte de la familia. Pasé fiestas y cumpleaños en sus casas”, enfatizó.
Si bien siente “nostalgia” de dejar atrás su trabajo, Raúl afirmó que decidió tomar esta decisión porque “se terminó una etapa de la vida y es momento de darle el lugar a la juventud de tener un puesto laboral”.
Un detalle emocionante es que parte de los gratos momentos que vivió arriba del colectivo están relacionados a su madre, quien se aburría en su casa y visitaba a su hijo. “A veces llegaba a una parada y la encontraba. Iba en el primer asiento y hablábamos. Siempre se iba con algún regalo de los pasajeros”.
El cierre de su etapa como conductor se selló el 31 de mayo, cuando desde ANSES le confirmaron que debía presentar la renuncia para hacer efectiva su jubilación. Esa misma jornada hizo su recorrido final y vivió un grato momento rodeado de sus seres queridos.
“Mi hijo me dijo que quería dar la última vuelta conmigo. Me pegó un cartel en el asiento. Una parte de mi familia me esperó en Adrogué. Pusieron otro papel en el frente del colectivo. Cuando llegamos a la empresa, me tiraron espuma mis compañeros. Estuvo todo muy lindo”, sentenció Raúl a este medio.