El Ciudadano Ilustre de Almirante Brown y campeón del Consejo Mundial de Boxeo en peso mediano, Sergio Gabriel Martínez, volvió para despedir el año junto a su familia. Aprovechó la ocasión para presentar la escuela de boxeo de su hermano y, en diálogo con De Brown, trajo a la memoria sus años en el distrito y su paso por el club Claypole.
"Maravilla" Martínez retornó al país para despedir el año junto a su familia. Su visita sirvió también para presentar ante los medios, la escuela de boxeo que posee su hermano Sebastián en la ciudad de Quilmes. En diálogo con www.deBrown.com.ar recordó sus años en Almirante Brown y su infancia en el barrio “Tambero”.
Ante miles de periodistas, familiares, amigos y fanáticos que se acercaron para pedirle una foto, un autógrafo, “Maravilla” dio una conferencia de prensa y habló de todos los temas: sus lesiones, la próxima pelea y sus años en un distrito que le abrió las puertas para encontrar su vocación en el deporte.
“Yo jugaba al fútbol en Claypole cuando era chico, pero no era bueno, no tenía aptitud, pero eso sí: siempre tuve actitud para el deporte. Siempre entrené a fondo y soñé con lo más grande. Sin actitud no se puede. Cuando encontré mi camino en el boxeo, soñé desde el comienzo con Las Vegas”, expresó.
Martínez, Segundo de tres hijos de Hugo Alberto y Susana Graciela Paniagua, vivió 17 años en Almirante Brown. Aquí pasó gran parte de su vida y aún persiste la amistad con varios amigos-vecinos.
Además, realizó sus estudios primarios y los pocos años de secundario que cursó, fue monaguillo en la capilla del Instituto Don Orione. A su vez, participó en varios partidos en los que se enfrentó al plantel profesional del equipo local. Luego, se dedicó al boxeo, teniendo por delante la inmensa carrera que actualmente se le conoce.
Una de las anécdotas que comentan los “amigos” del boxeador, tiene que ver con los post-partidos en el barrio. “Cuando nosotros tomábamos una cerveza, él comía bananas y bebía agua. De entonces ya era diferente al resto”, señaló uno de sus compañeros en diálogo a www.debrown.com.ar
Respecto de esa graciosa etapa del pasado, “Maravilla” lo recordó entre risas. “En esa época jugábamos mucho al fútbol y los chicos se agarraban cada borrachera... Yo siempre me cuide”, esbozó, despertando las carcajadas entre los presentes. Y agregó: “No tengo una vida a rajatabla, a veces como milanesas con fritas y huevo fritos. En sí tener casi cuarenta años y tener la salud que tengo es gracias a todo lo que hice antes. Lo bien que me porte con mi cuerpo”.
Asimismo, el boxeador que el 21 de febrero cumplirá 39 años, remarcó lo que significa el deporte en su vida. “Yo soy agradecido con la vida que me dieron y trato de que el deporte sea mi bandera, lo que me identifique”, completó.
Por último, habló de su próximo combate en el 2014 y el rival que quiere vencer. “Me dicen que podríamos pelear con Miguel Cotto el 7 de junio del año que viene en Nueva York y creo que así será…”.
Y sostuvo: “A Cotto lo tengo acá -dice, mientras se toma el cuello con la mano- y creo que será una gran pelea. Lo quiero tener delante de mí en un ring para saldar viejas cuentas. Cuando estemos arriba se va a arrepentir de pelear conmigo y lo digo en serio”:
Foto: gentileza Leo Sánchez
