Cayeron ante Sudáfrica por 24 a 13 y no pudieron subir al podio del mundial de Rugby desarrollado en Inglaterra. Los “Bocks” dispusieron una defensa que rozó la perfección y se impusieron con autoridad a un diezmado seleccionado nacional. El browniano Lucas González Amorosino fue titular y jugó los ochenta minutos.
Argentina no pudo coronar con el bronce el buen trabajo realizado a lo largo del campeonato y perdió sin atenuantes ante los Springbooks. Con este resultado, alcanzó su segunda mejor ubicación en su historia mundialista y tiene el crédito abierto para el futuro. Con varios jugadores que vistieron por última vez la celeste y blanca, comenzará un período de recambio de cara a Japón 2019.
Las numerosas lesiones y el desgaste realizado por su equipo en los partidos previos, obligaron al entrenador Daniel Hourcade a realizar diez modificaciones. Esto generó una formación desordenada, cansada y con varias imprecisiones en el traslado de la guinda.
A los cuatro minutos, Tomás Cubelli recibió la tarjeta amarilla por no respetar los diez metros a la salida de un penal rápido. En la jugada posterior, Pietersen anotó el primer try de la tarde y Pollard completó la jugada de siete puntos con su patada.
Con su medio scrum afuera por diez minutos, el técnico debió reacomodar la disposición táctica, pasando a Nicolás Sánchez en esa posición y a González Amorosino de apertura, quien se mostró activo y cumplió ante un rival durísimo pese al pobre rendimiento colectivo en ataque.
En la ofensiva se volvieron a repetir los mismos errores del pleito frente a Australia, ya que Argentina cometió muchas pérdidas, factor que, en más de una ocasión, lo privó de sumar puntos. Pollard convirtió un nuevo penal, complicando un poco más las cosas.
Promediando la primera mitad, el combinado albiceleste logró salir del asedio de su oponente, y estuvo a pocos metros de llegar al ingoal. Sin embargo, como lo hizo durante toda la tarde, en momentos claves del juego, faltó fineza para terminar las jugadas. Pollard volvió a sumar de a tres para que su escuadra se vaya al descanso con una ventaja de 16-0.
En los primeros minutos del complemento, Sánchez ejecutó un drop para marcar los primeros puntos de su equipo en el match, pero la tibia reacción duró poco. Rápidamente, los “Bocks” volvieron a vulnerar el ingoal a través de Eben Etzebeth.
Con sus armas, Sudáfrica siguió manejando el encuentro, sin arriesgar demasiado, pero manteniendo a raya al elenco nacional. Martín Landajo ingresó en Los Pumas y le dio un nuevo empuje, pero sin tener una actuación desequilibrante.
En los últimos minutos, Argentina lanzó un ataque a fondo y ante tanta búsqueda tuvo su premio en el epílogo del partido. Juan Pablo Orlandi llegó al try y Sánchez, completó con la conversión que lo dejó en lo más alto de la tabla de goleadores.
Fue 24 a 13 para el verde, que se quedó con el bronce. Los Pumas por su parte, apostaron por un juego ofensivo y vistoso a lo largo de toda la competencia y plantándose de igual a igual ante las potencias del rugby mundial, coronaron un cuarto lugar que quedará en la memoria de todos los amantes de la ovalada.