En un partido para el infarto, la Selección pasó a la siguiente instancia del Mundial. Le ganó 2 a 1 a Nigeria con goles del mejor jugador del mundo y del marcador central. El sábado se viene Francia.
Agónica. Milagrosa. Una victoria de la Argentina que será inolvidable por muchos motivos. Le ganó 2-1 a Nigeria y pasó a Octavos de Final de la Copa del Mundo. Se habló mucho en la previa, pero los jugadores sacaron a relucir un amor propio enorme. Sin embargo, recién en los últimos minutos alcanzó para el triunfo y la clasificación.
La Selección hizo un buen primer tiempo. Concentrado, firme y sereno, no tuvo sorpresas defensivas y manejo bien la pelota. Abrió la cuenta a los 14 minutos con una extraordinaria definición de Messi, que recibió una notable asistencia de Banega.
Apenas comenzado el complemento, un error del árbitro le permitió a los africanos empatar el encuentro. Cobró un penal inexistente que Moses cambió por gol. A partir de ahí, y como viene sucediendo durante todo el torneo, el equipo de Sampaoli sintió el golpe.
Con más actitud que juego, Argentina nunca dejo de ir por el tanto que le diera la clasificación. Fue de todas las maneras posibles hasta que Mercado, el ex vecino de Claypole, envió un gran centro para la aparición agónica de Rojo. Este conectó con un hermoso derechazo y desató la euforia de los más de 20 mil argentinos que coparon el estadio.
El representante browniano que tiene el equipo nacional jugó un buen partido. Fue uno de los más firmes en la primera parte y hasta contó con una ocasión de gol. En la etapa final, ya con el seleccionado volcado totalmente al ataque, Sampaoli lo reemplazó por el Kun Aguero, en busca de compañía para Higuaín en la delantera.