Tres partidos se jugaron en la jornada del lunes. Los alemanes demostraron su poderío al golear 4-0 a Portugal, Irán y Nigeria aburrieron con el primer empate del certamen; mientras que Estados Unidos le ganó con lo justo a Ghana por 2 a 1.
Alemania, el temido selecciónado de Joachim Löw arrancó como firme candidato y destrozó a Portugal: lo goleó 4-0 y lo dejó con muchas dudas de cara al futuro. Los goles, triplete de Tomas Müller y uno de Mats Hummels. Cristiano Ronaldo jugó pero no estuvo a la altura de las circunstancias, mostrando no estar al ciento por ciento físicamente.
Tan solo diez minutos duró la resistencia de los lusos, que empezaron mejor quitándole la pelota en el medio campo a su rival y con salidas rápidas llegaron con peligro al arco de Manuel Neuer, pero Cristiano en dos ocasiones y Hugo Almeida, fallaron en la definición.
Götze fue derribado por João Pereira y el árbitro serbio Milorad Mazic cobró penal. El terrible Thomas Müller lo cambió por gol y los teutones estaban ganando un partido que todavía no habían empezado a jugar como ellos pretendían. Pena máxima y a cobrar.
La ventaja le dio tranquilidad a los de blanco, que comenzaron a manejar la pelota en el medio campo con Tony Kroos, Mesut Özil y Mario Götze. Portugal sintió el golpe y solo apostaba a la velocidad de Nani y Ronaldo, disminuido por una lesión. El delantero del Real Madrid estaba muy parado en la izquierda y le costaba arrancar como todos sabemos que puede hacerlo.
Los de Löw se plantaron en campo rival y a los 31' tras un córner, el defensor Hummels ganó en el salto y anotó el segundo gol. Por su parte, el conjunto de Paulo Bento se tornaba peligroso pese a la derrota, sobre todo por la vía área con el ingreso de Eder por Almeida. Mirá el segundo tanto.
A los 36' las cosas se terminaron de complicar para el elenco portugués. Pepe golpeó a Muller en el rostro y vio la roja. Los lusos perdían por dos goles y empezaban a jugar con un hombre menos. En ese contexto llegó el tercer gol: el propio Müller tomó una pelota suelta en el área luego de un remate de Kroos y estiró la ventaja antes del descanso. El tercero.
En el segundo tiempo, el partido perdió ritmo y se puso más lento. Alemania parecía conformarse con la ventaja y Portugal golpeado, no encontraba manera de generar situaciones para descontar.
Sobre el final, los teutones apostaron al contragolpe, con lugar para desplegar la velocidad de sus delanteros y volantes. Así llegó al cuarto gol: André Schürrle desbordó, remató, Rui Patricio dio rebote y otra vez, el incontrolable Müller mandó la pelota al fondo del arco, liquidando la historia. Cuarto.
Estados Unidos aprovechó dos erroes defensivos de Ghana y se llevó un triunfo importantísimo en el grupo G. Clint Dempsey, a los 31 segundos de arranque, y Brooks en la segunda parte, marcaron los goles yanquis. Los africanos desperdiciaron muchas chances y se fueron con las manos vacías.
En el primer tiempo, cuando todos se estaban acomodando en cancha, Clint Dempsey realizó una estupenda jugada individual y, en apenas 31 segundos de juego, puso arriba al equipo estadounidense. Un golpazo impensado. Pese a algunas desatenciones defensivas, los ghaneses buscaron rápidamente la igualdad ante el team de Jurgen Klinsmann, parados netamente de contra.
A lo largo de los minutos se sucedieron una serie de incontables centros de los africanos, tratando de conseguir el empate. Los norteamericanos se instalaron atrás, dejando venir a su rival. Eso llevó a insistencia tras insistencia del equipo blanco, que tuvo varias a través de Asamoah Gyan, quién se mostró irresoluto. Llamativamente, mediante una jugada asociada por el suelo, Andre Ayew estampó el empate a los 37 ya del segundo lapso.
Parecía que el triunfo iba a quedar para los morenos que no se detenía en sus ataques e iban por más. Pero inesperadamente, John Brooks decretó el resultado final para EE.UU, luego de que fuera marcado pésimamente en un córner. Así, los conducidos por el alemán Klinsmann se quedaron con tres puntos fundamentales en su lucha por ingresar a los octavos de final.
Los seleccionados de fútbol de Nigeria e Irán, que son los dos rivales que le quedan a la Argentina en el Grupo F, debutaron en el Mundial y cosecharon la primera igualdad en lo que va de la competición. El encuentro, que finalizó 0-0, se llevó a cabo en el estadio Arena da Baixada de la ciudad de Curitiba, con el arbitraje del ecuatoriano Carlos Vera.
Desde el inicio, el conjunto africano intentó dar muestras de su poderío físico con el objetivo de doblegar al rival. Así, el primer intento de la tarde llegó a los dos minutos con un débil remate de Victor Moses, que terminó en las manos del arquero Alireza Haghighi.
Nigeria insistió con agresividad en ataque, obligando a fallar a la defensa iraní. En una de las jugadas de pelota parada, el árbitro cobró una carga sobre el "Uno" del elenco asiático. La jugada continuó y Nigeria convirtió, pero la acción había sido invalidada segundos atrás.
El complemento se inició con la misma tónica. Poco fútbol y escasas ideas. Ninguno lograba generar circuitos de juego que terminaran en jugadas de peligro. El partido se desarrollaba en un nivel muy distinto del que habían reflejado los encuentros anteriores de la competición.
Media hora tardó en llegar un sobresalto en la segunda etapa. Fe un centro cruzado del seleccionado iraní que Sadeghi no llegó a cabecear por poco. El jugador se quedó reclamando por un supuesto empujón dentro del área, pero el juez no dio lugar a sus reclamos.
Los verdes nunca pudieron recuperar la voluntad del arranque, mientras que Irán no supo proponer variantes para inquietar a su rival. Los africanos intentaron dar el golpe sobre el final, con centros peligrosos que fueron rechazados a tiempo por la defensa iraní. Ese último esfuerzo no alcanzó y no logró torcer la historia del encuentro, que finalizó en un aburrido empate.
