Después de una larga reunión entre los jugadores de todas las categorías argentinas, se decidió que la pelota no comience a rodar hasta que no se pague el total de la deuda. Los duelos de hoy, fueron suspendidos.
Los dirigentes y jugadores del fútbol argentino se juntaron en la sede de Camioneros, ubicada en el barrio de Barracas. Sergio Marchi, titular del gremio, ya había amenazado con el que la actividad no iba a volver hasta que no esté todo el dinero y así abonar las deudas de los clubes.
Tras varias horas de reunión, no se llegó a buen puerto y finalmente este fin de semana no habrá fútbol. Según pudo averiguar De Brown, “todos los equipos de Primera y del ascenso estuvieron de acuerdo con la decisión de parar”.
Si bien se llevó a cabo una nueva conversación para intentar destrabar el conflicto, los partido de esta noche, fueron suspendidos. “Hay una mínima chance de que el dinero esté depositado hoy en el Banco Nación”, confirmaron a este medio.
“Dentro de nuestro plantel hay jugadores que la están pasando mal, pero mirando hacia los costados, tenemos colegas que no tienen dinero para alimentar a sus hijos y tampoco para ir a entrenar”, declararon desde los pasillos de Brown de Adrogué.
“Ha quedado demostrado que si se arranca a jugar, no hay forma de diálogo ni de potestad para reclamar lo que es justo”, agregaron.
El promedio, sobre todo en el ascenso, es de 3 meses de deuda, aunque en algunas instituciones la situación es peor. Desde Burzaco, creen que esta medida no perjudicaría económicamente al plantel. Mientras que en Claypole, se encuentran a la expectativa de lo que pase en las próximas horas, ya que también cuentan con falta de pagos.
