Así lo expresó en diálogo con De Brown Lucas Priori, luego de caer ante Martín Ríos en el combate del pasado viernes. El árbitro había decidido terminarlo porque el pugilista browniano tenía un ojo totalmente cerrado. Pese a la desventaja, el oriundo de Burzaco demostró actitud y grandeza.
Lucas Priori se enfrentó este fin de semana al pampeano Martín Ríos en un combate que se llevó a cabo en Rosario y dio que hablar en materia deportiva. El browniano perdió por nocaut técnico, pero dejó todo en el ring. Asegura que esta caída le sirvió para "adquirir experiencia" y para "seguir entrenando, pensando en el próximo desafío".
"No voy a aflojar, perdí una pelea pero no la guerra. Siempre fui para adelante", expresó en diálogo con www.deBrown.com.ar. Y agregó: "Hay que pensar en lo que viene y no mirar atrás".
Priori categoría mediano de 71,900 Kg (9-1-1-5ko) se enfrentó a Martín Fidel Ríos 71,550 Kg (7-0-2-1ko) en el club Sportivo América de Rosario. Para el pugilista browniano era la primera pelea fuerte del año, ante un rival que venía invicto, y de los más difíciles para enfrentar. El riesgo y la posibilidad de la derrota estaba latente, pero él buscó ganar experiencia.
El combate arrancó siendo dominado por el rival que, de entrada, lo golpeó en el ojo derecho haciendo estragos en la humanidad del joven. Pese a eso, el oriundo de Burzaco no se dejó avasallar y con guapeza y actitud trató de sacar la pelea adelante.
En el quinto round, aunque el amor propio del hombre de Camioneros era para destacar, su ojo estaba totalmente cerrado. Por este motivo, el árbitro junto a las autoridades de la pelea, decidieron darle ganada la pelea a Ríos por nocaut técnico.
“Tengo el ojo cerrado y muy hinchado. La lección fue en el primer round. Fueron 5 asaltos realmente muy duros”, analizó Lucas Priori tras la derrota, al tiempo que señaló: “Cuando lo tuve mal no lo pude aprovechar, ahora ya está hay que seguir entrenando”.