Se trata del chofer de colectivo asesinado en septiembre de 2014, en el barrio Don Orione. Sin detenidos en la causa, su familia no descansa y solicita que la investigación continúe.
Después de 16 meses, la familia de René Ruiz está como el primer día, sin novedades sobre el crimen. El caso del chofer de la línea 514, asesinado frente a la terminal de la empresa 160 en septiembre de 2014, todavía no encuentra resolución ni algún indicio sobre el responsable de lo sucedido.
“Seguimos igual que al principio, no hay nada. Hay un tema que complica más, debido a que no se encontró la vaina de la bala y no se pudo saber nada del arma con la que le dispararon”, señaló a www.deBrown.com.ar la esposa del conductor, Patricia Quintero.
La causa está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 15 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Gastón Fernández. La comisaría de Don Orione estuvo a cargo de la investigación, pero los resultados fueron adversos desde el principio.
Con los cambios recientes que hubo en las autoridades policiales del distrito, le informaron que “en los próximos días” puede reactivarse la investigación, que estaba paralizada. Pese al escenario adverso, Patricia señaló que va a seguir adelante hasta esclarecer aquel trágico episodio y encontrar a la persona que le quitó la vida a su marido.
“Voy a hacer todo lo que pueda, quiero que no se olviden de él y de la clase de persona que era. Sigo en este camino, sin descanso, porque lo mataron, no es que estaba enfermo, y ni siquiera puedo tener el consuelo de saber quién fue”, sostuvo.
Para los familiares la situación fue compleja desde el comienzo porque no hay testigos que hayan presenciado el violento ataque que sufrió René en la madrugada del 4 de septiembre de 2014. Todo ocurrió cuando estacionaba su auto en la terminal de la compañía -situada en Araujo 3732-, en el barrio Don Orione, para iniciar su turno laboral.
El único registro que hubo es el de las cámaras de seguridad de la empresa. Pero debido a la distancia que hay entre su ubicación y el lugar donde ocurrió el trágico episodio, la imagen es muy poco clara.
La mujer recordó que si bien surgieron algunos dichos sobre lo ocurrido, “al momento de declarar no hubo aportes significativos”. Sostiene que muchos de los compañeros de su marido no se animaron a hablar “por temor a que pueda pasarles algo, que haya represalias”.
“Yo entiendo que tengan miedo, lo respeto. Porque ellos están en la misma situación que estaba René, que llegó a trabajar y no esperaba algo como lo que le pasó”, reflexionó.