Se trata de un joven de 23 años señalado como responsable del asesinato de Juan Manuel Jeréz, cometido el 27 de agosto del año pasado en el barrio Arzeno. Está alojado en el penal de Olmos. Su familia asegura que no hay ninguna prueba en su contra y solicita la revisión de la causa.
Nicolás Cardozo tiene 23 años y desde hace más de diez meses está detenido por un asesinato que, según asegura su familia, no cometió. En agosto de 2014 la policía lo arrestó en su casa del barrio Arzeno, en Burzaco, y desde entonces su entorno no descansa en búsqueda de su libertad.
Frente a la presunta falta de pruebas y tras la consulta con especialistas penales, los familiares afirman que “no hay motivos para que esté detenido”. “Abogados y policías honestos que leyeron el expediente, advirtieron que es un caso inventado para cerrar la causa”, expresaron.
El crimen por el cual lo responsabilizan ocurrió el 27 de ese mes y la víctima fue Juan Manuel Jerez, quien murió tras recibir un disparo durante un intento de robo. Efectivos de la comisaría 2° iniciaron la búsqueda del autor material de ese violento episodio y a los pocos días dieron con el joven a partir de los dichos de una vecina de la zona. Actualmente, está detenido en el penal de Olmos.
“Habían ido a allanar la casa de un chico que también se llama 'Nico', le rompieron la casa y se supo que tenía antecedentes. Después una mujer avisó que había otro 'Nico' y dio los datos de mi hijo. Estaban llamando a todos los Nicolás del barrio porque así se llama el que mató al chico, pero sin pruebas sin nada que confirme que es él”, relató a www.deBrown.com.ar la madre del detenido, Silvia Ávila.
Desde ese momento, comenzó la odisea. A los pocos días, agentes de la fuerza se presentaron en el domicilio familiar con motivo de una supuesta denuncia por violencia de género de parte de la pareja y madre de la hija de Nicolás. Sin embargo, según el relato de la mujer, no tenían ninguna orden escrita para llevar adelante el procedimiento.
Esa semana, se dirigieron a los tribunales de Lomas de Zamora para consultar al respecto. Allí, les informaron que no existía tal presentación. “Mi hijo estaba mal porque lo querían hacer cargo de algo con lo que no tiene nada que ver. A los dos meses volvió a venir la policía, le preguntaban por qué no se presentó, nos leyeron los cargos como sospechoso y lo detuvieron”, detalló la mujer en medio de la angustia y precisó que, en esa ocasión, buscaban “una moto, un casco y el revólver”, elementos que -según confirmó- no se hallaron en su vivienda.
Ante este escenario, reclaman que liberen al chico ya que “no hay ninguna prueba en su contra”. Incluso, un testigo de identidad reservada ofreció la descripción de quien terminó con la vida de Jerez y no identificó como tal a Nicolás en la rueda de reconocimiento que se llevó adelante con ese fin.
“La abogada nos dijo que si llega al juicio, lo van a liberar sí o sí porque no hay nada en su contra. La familia tiene toda la razón de buscar al que mató al chico, pero no tiene que estar presa una persona inocente como mi hijo”, ratificó Silvia.
