Se cerró la segunda fecha de la fase de grupos de la Copa del Mundo. En el partido más destacado, Portugal y Estados Unidos empataron 2 a 2 en un entretenido partido, Argelia venció a Corea por 4-2; mientras que Bélgica derrotó por la mínima a Rusia.
Portugal, con gol de Varela, le empató 2-2 a Estados Unidos en la última jugada del partido, tras un gran centro de Cristiano Ronaldo, y así llegará a la tercera fecha con una remota chance de meterse en octavos. Deberá golear y esperar que Estados Unidos o Alemania hagan lo mismo.
El final del partido fue impensado, porque a los cinco minutos de haber comenzado, los "Lusos" ya estaban en ventaja. En ese momento, Nani aprovechó un mal despeje de Cameron y puso el 1-0. Al estar en desventada, los yanquis reaccionaron y salieron a atacar con varios remates de media y larga distancia bien resueltos por el arquero Beto.
Howard salvó el arco de los norteamericanos sobre el final de la primera mitad en una chance clarísima y ahí su equipo se creyó la remontada. Salió convencido en la segunda parte, consiguió la igualdad con un bombazo inatajable de Jones y, a falta de 10’, Dempsey definió una contra perfecta para el 2-1. Y los portugueses parecían quedarse fuera.
Sin embargo, con su último aliento, Ronaldo mandó el centro que Varela convirtió en el 2 a 2. Se festeja el cómo, pero la ecuación "Lusa" quedó bien complicada: en la jornada que cierra su grupo deberá golear a Ghana y esperar que Alemania o EE.UU, que juegan entre sí, ganen también por goleada.
Argelia le ganó con absoluta autoridad a Corea del Sur en el Beira-Río de Porto Alegre y quedó a un empate de meterse en octavos. Africa festeja: cuatro de las cinco selecciones del continente tienen serias chances de clasificarse.
El técnico de la selección argelina demostró pensar igual que Sabella: no siempre hay que jugar de la misma manera. El cómo depende del rival. Y está claro que Corea no es Bélgica. Justamente por ese motivo Vahid Halilhodzic, el entrenador, cambió el libreto para este domingo. Nada de agruparse atrás y esperar para salir rapido de contra: a Corea había que atacarlo.
El cambio pasó más por una cuestión psicológica que esquemática. Se mentalizaron y fueron para adelante. Tocando. Jugando. Desorientando a una Corea que en la previa se sentía futbolísticamente superior y que ahora, en el post, se siente eliminado. Porque para meterse en octavos no sólo tendrá espear a que Rusia empate con Argelia sino que además deberá ganarle por goleada a Bélgica, que viene con puntaje perfecto.
Slimani, uno de los pocos jugadores de Argelia que juegan en Europa (Sporting de Lisboa), abrió la goleada que tomó forma con los tantos de Halliche y Djabou, todos en el primer tiempo. Los 45´ iniciales fueron un monólogo argelino. Toque, gambeta y gol. Y a descansar al vestuario.
El problema, claro, estuvo en que se tomó un par de minutos extra, permitiéndole a Corea descontar apenas empezó el complemento, mediante Son Heung-Min. Un susto que eliminó con el fantástico gol que realizó Brahimi luego de una doble pared con Feghouli: 4-1 y partido liquidado.
El descuento de Koo Ja-Cheol en favor de los coreanos no hizo más que ponerle cifras definitivas a un encuentro que no parecía en la previa ser de los mejor y que terminó haciendo emocionando al público. Un partidazo. Uno más de los muchos que ostenta este Mundial de Brasil 2014, que tiene una nueva sorpresa llamada Argelia.
Nuevamente, Bélgica encontró la solución a un partido que se le complicaba con un cambio. Esta vez fue Divock Origi quien saltó desde el banco de suplentes para anotar el tanto que le dio el triunfo y la clasificación a su equipo.
En el estadio Maracaná de Río de Janeiro, el seleccionado belga superó por 1 a 0 a Rusia en la segunda fecha del grupo H y con seis unidades, gracias a dos victorias en sus dos presentaciones, se colocó entre los 16 mejores del Mundial de Brasil 2014.
En un partido con poco ritmo en los cuales los dos tuvieron inconvenientes en la elaboración e hicieron todo muy anunciado y lento, fueron los de los Países Bajos los consiguieron desnivelar a los 87 minutos, gracias a una buena jugada individual de Eden Hazard, que llegó al fondo de la cancha por la izquierda y tiró un centro atrás para Origi que mando al fondo de la red.
Rusia, el combinado del italiano Fabio Capello no encontró nunca la forma y jugó un partido muy tibio. Sin llegadas a los arcos, con poco ritmo y astucia, lo que provocó el descontento de los hinchas rusos que se fueron hasta el estadio, esperando ver otro tipo de ganas en sus futbolistas.