Pese a que el ciclo lectivo comenzó luego de 17 días de paro, los problemas en las escuelas aún persisten y en el distrito se hicieron visibles a través de varias manifestaciones en la puerta del Consejo Escolar. Los reclamos al Gobierno bonaerense tienen que ver con problemas sanitarios, edilicios y con los proveedores del programa de comedores.
Dos semanas después del inicio de clases en las escuelas estatales de la Provincia, las quejas y reclamos continúan. En Almirante Brown, tanto personal docente como padres y auxiliares, se manifestaron al Consejo Escolar en reiteradas ocasiones para reclamar por las fallas edilicias y por problemas con el servicio de alimentación en varias instituciones.
Aseguran que el Gobierno bonaerense dejó de enviar los alimentos y solicitan que arreglen con urgencia los problemas de estructuras que tienen los establecimientos educativos.
El episodio más reciente ocurrió a fines de la semana pasada, cuando integrantes de la primaria 70 de Longchamps se dirigieron hacia la dependencia provincial para reclamar porque no funciona la cocina del lugar, así como por la poca cantidad y la baja calidad de los alimentos que allí llegan. En un clima de tensión, se pronunciaron en contra de la consejera María Marta Silva, a quien señalaron como responsable de que el programa alimentario no funcione correctamente.
“La infraestructura no nos da, necesitamos que solucionen la cuestión de la cocina para darle de comer a los pibes, no nos están dando la posibilidad”, se quejó una de las auxiliares.
En la misma línea, a fines de marzo y en paralelo a las marchas que los maestros realizaron desde principio de ese mes, como parte de las protestas que se dieron durante las paritarias desarrolladas entre los gremios y el Ejecutivo bonaerense, miembros de las comunidades educativas de las primarias 43 y 31 se manifestaron frente al organismo que preside Sergio Sanelli para expresarse por los graves problemas que aquejan a cada una de ellas.
Según precisó la directora de la 43, Cecilia Pizzi, en la escuela de los Altos de Longchamps “los techos están destruidos, las chapas están viejas y no tienen mantenimiento sino arreglos provisorios”. Allí, especificó, “pintaron los salones y compraron cortinas”, pero no se concretaron refacciones estructurales.
Además, reclamaron que en el terreno no cortan el pasto, y que también tienen deficiencias en el comedor escolar, donde los proveedores llevan pocos alimentos y de dudosa calidad. “Queremos que nuestros alumnos abran la puerta (de la escuela) y sepan que hay otro mundo, que pueden estudiar y alcanzarlo; y no que abran la puerta y encuentren la misma desidia que en el barrio”, manifestó.
Por parte de la escuela 31, varias madres detallaron que en esa institución hay baños químicos y que hace tres años les prometieron que construirían una planta de tratamientos cloacales, que finalmente no se realizó. Ante esta negativa, contaron, se sumaron a la protesta con el objetivo puesto en obtener alguna solución.
Sin embargo, de acuerdo a su relato, el intento no dio los frutos esperados. “Vinimos hasta acá para ver qué podemos hacer como padres y docentes ya que no hay respuesta desde La Plata y nos dijeron que lo resolvamos nosotros. ¿Ellos -en alusión a los consejeros escolares- son nuestros representantes y lo tenemos que resolver nosotros?”, se preguntó sin poder creerlo una de las madres allí presente.
Desde el gremio estatal ATE fustigaron al consejo escolar, el dirigente Carlos Navarro expresó que "es una vergüenza como se maneja este Consejo Escolar y su conducción solo está para hacer política en el Frente para la Victoria, no les importa nada los chicos ni las prestaciones deficientes que ellos reciben, solo quieren meter empleados y proveedores, mientras tanto cada vez todo funciona peor y las escuelas se vienen abajo" finalizó.
