El 10 de febrero de 1943, la Región vivía un hecho que se transformaría en historia nacional. Se nacionalizaban los servicios de agua en los partidos de Avellaneda, Lomas de Zamora y Almirante Brown.
Ocurrió luego de un estudio minucioso que realizó el entonces ministro de Obras Públicas, Salvador Oría, sobre el contrato-concesión del servicio de agua potable que se ofrecía en dichos distritos.
Es en ese 1943 cuando el gobierno del presidente Ramón S. Castillo declara la caducidad de la concesión e incorpora el servicio de agua corriente, que se brindaba en Avellaneda, Lomas de Zamora y Almirante Brown, a jurisdicción nacional.