En la temporada que marcó el regreso del conjunto de Burzaco a la Primera “C”, Maximiliano Ortigoza se llevó en cada partido los aplausos de la gente. A fuerza de buen fútbol y sacrificio, se convirtió en una pieza clave del andamiaje azul. “Lo único que puedo hacer es agradecer el cariño”, expresó en diálogo con De Brown.
En el empate ante Talleres de Escalada, que significó el final del campeonato, San Martín estuvo a tres minutos de conseguir el objetivo de los 50 puntos. Sin embargo, un error desembocó en la igualdad y lo privó de ello.
El autor de la ventaja parcial fue Maximiliano Ortigoza, un talentoso volante que desde hace tiempo viene pisando fuerte en la Primera. El “Leoncito”, como lo apodaron los hinchas, dejó el alma en cada partido y su sacrificio fue reconocido por el público en el Francisco Boga.
En diálogo con www.deBrown.com.ar, realizó un balance del rendimiento de su equipo en el torneo, recordó el accidente de Emanuel Ortega y dejó en claro su idea de continuar en el club.
“Creo que el último encuentro que disputamos fue una muestra clara de lo que nos sucedió durante casi todo el año: nos faltó regularidad para poder sostener nuestros buenos momentos. Perdimos muchos puntos de forma insólita, que posiblemente nos hubiesen permitido terminar mucho más arriba”, destacó.
Es que “Sanma”, además del azar fútbolístico y las presiones lógicas de alcanzar un buen desempeño, tuvo un año complejo. El fallecimiento del "Burrito" generó un desconcierto y una conmoción que sobrepasó los límites del club y se instaló en la sociedad.
“Sin duda hay cosas que influyeron en el animo nuestro. Lo de "Ema" fue tremendo, muy difícil. No es fácil levantarse de un golpe así. Lo hicimos pero costó, y en el medio hubo muchos partidos que no pudimos afrontar al tope de las posibilidades”, reconoció.
El equipo necesitó levantarse y Ortigoza fue uno de esos pilares en los cuales pudo apoyarse. “Lo único que puedo hacer es agradecer el cariño de la gente que siempre alentó. Cuando el jugador cuenta con ese tipo de apoyo, todo se hace mucho más fácil. Se trabaja con mayor tranquilidad”, aseguró.
“Me ayuda mucho la aparición de chicos jóvenes, más cercanos a mi generacionalmente. Es muy bueno lo que se está haciendo en inferiores y por suerte los frutos aparecen”, agregó.
El próximo 30 de noviembre, expira el vínculo entre Maximiliano y San Martín de Burzaco. Para la tranquilidad del "pueblo azul", el joven de 24 años piensa continuar. “La prioridad la tienen los dirigentes”, manifestó.
“Ellos ya saben cual es mi deseo. Estoy feliz y cómodo acá, ojalá se de lo mejor para ambas partes. Queremos que la institución siga yendo para adelante”, concluyó.