El auto de la familia despareció el 14 de noviembre de 2009. Viajaban desde José Mármol a Pergamino. Los encontraron muertos 24 días después, a la vera de la ruta. Conocé los detalles del caso.
Pasó una década del trágico accidente que mantuvo en vilo al país. Las víctimas, vecinos de José Mármol, fueron encontradas muertas tras estar 24 días desaparecidos. En el transcurso de la búsqueda se tejieron hipótesis absurdas e insólitas. Dos policías terminaron condenados y luego absueltos.
El 14 de noviembre de 2009, Luis Fernando Pomar, de 40 años; y su esposa, Gabriela Viagrán, de 36; viajaban desde la localidad browniana a Pergamino con sus hijas, María del Pilar (3) y Candelaria (6) y su caniche toy. El padre de la familia tenía una entrevista laboral como técnico químico en una importante empresa de biofertilizantes e insecticidas agrícolas.
Oriundos de aquella ciudad del interior, solían frecuentarla casi todos los domingos para almorzar con la familia y compartir lindos momentos. Sin embargo, en esta oportunidad, los Pomar no llegaron a destino. Así comenzó el calvario donde se tejieron las más variadas conjeturas acerca de su paradero. Todo fue un misterio que terminó de la peor manera.
El 8 de diciembre apareció su auto volcado al costado de la ruta 31 a la altura de la localidad de Salto, a 40 kilómetros de Pergamino. La policía se apuró a decir que los habían hallado tras una ardua búsqueda, en la que habían participado 3 mil agentes. No obstante, los vecinos aseguraban que los cuerpos los había encontrado un baqueano de la zona.
El caso dejó expuesto la errónea investigación. Es que se llevaron a cabo todo tipo de rastrillajes y averiguaciones, mientras el vehículo se encontraba a simple vista.
El 10 de diciembre, los forenses de la morgue judicial de Lomas de Zamora confirmaron que las lesiones que presentaban se correspondían con las ocasionadas por un accidente de tránsito.
Los análisis indicaban que Fernando murió primero y que presentaba una fractura de cráneo en la zona temporal izquierda. Su mujer también tenía múltiples fracturas y habría agonizado durante tres días.
En 2017, se condenó a dos policías tras haber falsificado actas del rastrillaje. La pena era de un año y dos meses de prisión en suspenso para el ex comisario Daniel Fabián Arruvito y a un año de prisión en suspenso para el ex teniente Luis Quiroga por el delito de "falsedad ideológica de instrumento público". Poco después, los condenados fueron absueltos.