Pese a las protestas realizadas en las calles, la administración de Mauricio Macri advirtió que no dará marcha atrás con las medidas. Abril será un mes de quiebre en el bolsillo los argentinos. En lo que va del año, la inflación acumula casi un 7%.
El Gobierno nacional ratificó que no frenará los aumentos de tarifas previstos para este mes. Confían en que a partir de mayo descenderá la inflación. El 15% previsto para todo el año está cada vez más lejos.
La presión de sus aliados, las manifestaciones en las calles y la caída de imagen en las encuestas, no lograron que la administración de Mauricio Macri modificara la posición en materia tarifaria.
Reconocen que el incremento en las facturas fue grande en poco tiempo, pero consideran que lo que se paga sigue siendo barato. Lo comparan con lo que se abona en otros países, a precios del mercado global.
Según manifestaron los ministros ayer, luego de una reunión con el Presidente, el recorte de subsidios en los servicios públicos también es un elemento clave para reducir el déficit fiscal.
En medio de las crecientes críticas, el Ejecutivo avaló una serie de medidas para moderar el impacto del incremento en las facturas de gas.
Con una inflación del 2,3% en marzo y una perspectiva poco alentadora sobre la cifra de abril, miles de argentinos salieron a las calles a exigir que se revea la medida.
El miércoles, se reunieron en las plazas principales de las ciudades para solicitar un freno en los aumentos. Con cacerolas, bombos y carteles expresaron su descontento y necesidades. En Adrogué, los vecinos se reunieron para reclamar.
Ayer los gremios realizaron en Capital una movilización con velas encendidas. Exigieron parar con las subas en las tarifas de servicios básicos, como la luz y el gas.