En plena ola de Coronavirus, muchos de ellos cedieron sus instalaciones para armar camas en caso de que el sistema sanitario se saturara. Hoy, se convirtieron en centro de vacunación.
La pandemia y el aislamiento social cambiaron las realidades de muchas instituciones. Entre ellas se posicionan los clubes de barrio, quienes debieron cerrar sus puertas y cesar con todas las actividades y funciones que hasta principios de marzo de 2020 llevaban adelante con total normalidad.
Sin embargo, en Almirante Brown, la mayoría sacó a relucir el importante rol social que cumplen en cada una de las localidades. En los meses mas duros, donde los contagios diarios se contaban de a 15 mil, los padres y delegados no dudaron en realizar ollas populares para darle de comer a los vecinos. Otros tantos, instalaron camas en caso de que el sistema sanitario se saturara.
Hoy, a un año de convivir con el Covid-19, la población se ilusiona con la inoculación. Y como no podía ser de otra manera, los clubes locales volvieron a decir presente prestando sus canchas techadas o salones para convertirse en centros de vacunación.
Tal es el caso de la Sociedad de Fomento Barrio San José, quien recibe a los vecinos toda la semana. "Cuando surgió la posibilidad no lo dudamos. Las sensaciones son encontradas, pero también ver a los abuelos esperando afuera para recibir la inyección es algo muy lindo", reconoció Emmanuel, vocero de entidad, en diálogo con www.deBrown.com.ar.
La institución- ubicada en Pampa y Gaboto- fue una de las más presentes a lo largo de la pandemia. Con ayuda de padres, delegados y vecinos lograron superar las 50 ollas populares.
"Para nosotros es fundamental brindar el apoyo a los nenes, jóvenes y abuelos. Queremos ser un sostén para todo aquel que lo requiera. Debemos seguir cumpliendo con ese rol social que la entidad y el barrio tanto lo necesita", concluyó.