Es una enfermedad neuromuscular crónica autoinmune poco frecuente. Los síntomas son visión doble, párpados caídos y dificultad para sonreír y comer, entre otros. Especialistas advierten que una detección temprana le permitirá al paciente alcanzar una vida casi normal.
La Miastenia Gravis es una enfermedad neuromuscular y autoinmune. También es crónica y afecta a muy pocas personas en nuestro país. Produce debilidad de los músculos controlados por la voluntad.
“Este padecimiento puede afectar a cualquier persona, sin distinción de sexo, edad, raza o condición social. No es hereditaria ni contagiosa”, especifican desde la Fundación Miastenia Gravis (FAIAM) que trabaja en Argentina desde 1988.
Además, desde la entidad advierten que la patología tiene otra particularidad; hace que el deterioro del organismo se incremente con la actividad. Por el contrario, ese efecto negativo disminuye cuando el cuerpo permanece en reposo.
Incluso, esta debilidad puede extenderse a problemas para masticar y tragar; y poca fortaleza en los movimientos cotidianos de los brazos y las piernas.
Los síntomas iniciales suelen confundirse con estrés; anemia; trastornos emocionales; entre otras enfermedades neuromusculares. Esto dificulta diagnosticarla a tiempo aún más. Algunos de los trastornos más frecuentes son:
“La consulta inmediata con un médico es fundamental porque estas consecuencias, sin diagnosticar ó mal diagnosticados sólo empeoran”, sostienen desde FAIAM.
Las dudas pueden descartarse de manera simple. El paciente debe realizarse cuanto antes un dosaje de Anticuerpos Antireceptores de Acetilcolina (ACRA); un dosaje de Anticuerpos Anti Musk (MUSK); una electromiografía de Estimulación Repetitiva (EMG ER); una electromiografía de Fibra Única ó aislada (EMG FU); y/o una tomografía axial computada (TAC).
Además, en Argentina, la detección temprana de la Miastenia Gravis y acceso al tratamiento correcto es totalmente gratuito. Si bien no tiene cura, los avances científicos en los métodos para hacerle frente a la enfermedad logran mejorar notablemente la calidad de vida de quienes la padecen.
No obstante, desde FAIAM recuerdan que ciertas drogas deben ser evitadas. Se trata de los relajantes musculares; ATB y similares; fármacos cardiovasculares; anticonvulsionantes; psicotrópicos; y antihistamínicos.
Tampoco se les puede suministrar hipnóticos; anelgésicos; antirreumáticos; hormonas; anestéticos; diuréticos; laxantes y enemas; y agua tónica. Las personas con Miastenia Gravis tampoco pueden ser donantes de sangre u órganos.